Hoy no gobierna

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22 de octubre de 2023
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12:02 am
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Hoy no gobierna

Por: Tomás Monge*

Resulta decepcionante escuchar que se tuvo que instalar una mesa interinstitucional para llegar a la “conclusión” de que se debe sancionar a taxistas y a buseros por sus abusos. Es decir, que nuestras autoridades ya deberían de saber de antemano que, tanto los usuarios, como los dueños de vehículos llevamos años siendo víctimas de muchos salvajes conductores y ayudantes de las unidades del transporte público; y que esto se debe a que desde hace mucho tiempo, no se ven agentes de Tránsito en las calles dando vía, ni recorriendo el tráfico en motocicletas o patrullas para cumplir y hacer cumplir la ley.

En este sentido, la ausencia de orden y autoridad también se manifiesta en otros tipos de problemáticas que deben de ser contrarrestadas inmediatamente; como ser la expansión urbana desmedida y desordenada en las salidas de la ciudad, como en la carretera del Sur y en la de Valle de Ángeles, donde cada día inauguran colonias nuevas, que siguen atrayendo decenas de miles de personas del interior del país; quienes hacen que el “sueño” de vivir en una ciudad como Tegucigalpa se convierta en PESADILLA PARA TODOS, con tantas veces que hay que ir deteniéndose al manejar en dichas carreteras, ya que cada 100 o 200 metros se detiene un vehículo a esperar a que le cedan el paso, para entrar o salir de su colonia; la cual muchas veces está del lado opuesto al sentido que quieren tomar en la carretera.

Además, en la salida al Zamorano sucede algo similar; hay decenas de talleres automotrices y negocios, por lo que es una faena atravesar el embudo infernal que se forma con tanto vehículo detenido estorbando a ambos lados de la carretera, y esto proyecta largas filas permanentes hasta la altura de la colonia San Ángel en el Boulevard FFAA. Igualmente, en las calles de la mayoría de colonias, como la Kennedy y el Hato de Enmedio, también hay decenas de locales y negocios a orilla de calle, a vista y paciencia de la Policía, quienes de vez en cuando también estacionan su patrulla a orilla de calle, entorpeciendo el tráfico mientras compran su comidita como el resto de los clientes.

En consecuencia, los negocios a orilla de calle necesitan cumplir al menos con dos requisitos fundamentales: Operar en una calle de moderado o bajo tránsito; o si no, tener estacionamiento propio. Por lo tanto, las calles más transitadas no deberían de tener negocios sin estacionamiento, y las salidas de la ciudad y carreteras mucho menos.

Asimismo, es imperativo limitar la proliferación descontrolada de colonias en las salidas de la ciudad, para que sean como la carretera del norte, en la cual no hay negocios a orilla de calle, ni nuevas colonias cada 100-200 metros; cada retorno y salida está bien planificado y, por lo tanto, conducir en dicha carretera es una experiencia productiva y sin atrasos (hasta que se llega a cada peaje; pero eso es otra historia).

Por último, se debe controlar la importación desmedida de vehículos. Es un peligro para las familias hondureñas que se sigan importando chatarras casi completamente destruidas, para luego “reconstruirlos” y venderlos en condiciones dudosas. Es necesario que la ley solamente permita importar vehículos usados de hasta cinco años de antigüedad y en condiciones mecánicas funcionales, con muy pequeños detalles de carrocería, como máximo.

Entre más baratos sean los carros y las motocicletas, no solo se aumentará el número de unidades en las calles, sino que también se generan otro tipo de problemas, porque la gente: 1) Deja de priorizar sus necesidades en casa (cisterna, goteras, salud, educación, etc.), para comprar un vehículo. 2) No pagan los costos de registro vehicular anual. 3) No tienen en donde estacionarlo; y 4) No pueden/quieren cubrir los costos de mantenimiento, ni se toman el tiempo de desarrollar las habilidades de manejo necesarias; lo cual genera entorpecimiento, inseguridad y contaminación, no solamente para ellos, sino también para todos los demás.

Si las autoridades endurecieran la ley y realizaran operativos para decomisar cada vehículo que tiene desperfectos mecánicos, ausencia de mantenimiento, que debe uno o varios años de registro vehicular, que tiene inconsistencias con los documentos de propiedad, que no tiene placas, y que es manejado por alguien sin licencia; otro gallo cantaría.

Pero sabemos que no lo harán, porque su “gran solución” solamente ha sido poner semáforos en las rotondas, triplicando la extensión de las filas de vehículos incluso en horas de bajo tráfico. Así que, ¿por qué mejor no implementamos el “HOY NO GOBIERNA?”, Y de esta forma quitamos a todas las autoridades gubernamentales un día de cada semana; y en su lugar asignamos en los puestos a hondureños inteligentes, con décadas de experiencia y con varios postgrados; que no boten el dinero en drones y semáforos móviles que más bien empeoran los embotellamientos.

*Consultor Educativo y Catedrático UPNFM.

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