Nuestro Señor Jesucristo dijo: Vosotros sois la sal de la tierra, pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres. Mateo 5:13. Estas palabras las dijo nuestro Señor Jesucristo, refiriéndose a nosotros los cristianos, quienes somos sus seguidores, por tanto, no podemos flaquear, cuando decimos la verdad. Exhortar a los impíos es nuestra responsabilidad ante aquel a quien un día habremos de dar cuenta, no podemos acomodarnos al pecado y al delito, mientras que el delito infringe la ley de los hombres, el pecado infringe la ley de Dios, si evades la ley de los hombres, de la ley de Dios no hay escapatoria; cuando copié el salmo 73 en forma literal, pareciera que me acomodé a los impíos, nada que ver, sigo firme y exhorto a que se arrepientan aquellos que están metidos en logias ocultistas, también a los que consultan brujos, agoreros y hechiceros. También estoy en contra de los que están metidos en negocios ilícitos, he conocido líderes que se han dejado llevar por el dinero, recibiendo premios o prebendas y cuando hablan nadie les cree perdieron toda credibilidad y a algunos les pega canillera cuando dicen que viene la CICIH, quizá algunos podrían decir el que nada debe nada teme. Y para concluir Dios llama al arrepentimiento y ponerse a cuenta con él, porque Dios es tardo para la ira y grande en misericordia. Su palabra dice: en Isaías 1:18. Venid luego y estemos en cuenta si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos y si fueren rojos como el carnesi vendrán a ser como blanca lana.
Gonzalo Arita V.
Tegucigalpa, M.D.C.