El cuerpo de Gerson Carías fue trasladado a la morgue de Tegucigalpa, en un intento de profundizar la investigación que lleve a conocer la identidad de los homicidas.
Dos ganaderos fueron ultimados a balazos por sujetos desconocidos, uno en la comunidad El Quebrachal, municipio de San Esteban, y otro en La Unión, Olancho, departamento donde impera la violencia, pese a encontrarse bajo estado de excepción por parte de autoridades policiales.
Una de las víctimas mortales, identificada como Gerson Carías, expiró al instante tras ser atacado a disparos, cuando se dirigía a su hacienda en El Quebrachal, informaron familiares.
La Policía desconoce quién o quiénes le quitaron la vida y el motivo.
Los agentes se desplazaron a la zona para acordonar el lugar a la espera de personal del Medicina Forense.
El cuerpo del reconocido ganadero en Olancho fue trasladado a la morgue de Tegucigalpa en un intento de profundizar la investigación que lleve a conocer la identidad de los homicidas.

En un segundo episodio violento en la comunidad de Palalá, Sabana Grande, en La Unión, expiró Adalid Mendoza, originario de Mangulile, pero con varios años de residir en la zona donde aconteció el hecho.
Adalid Mendoza se encontraba realizando actividades de ganadería en un extremo cercano al rio Palalá, cuando fue ultimado por desconocidos.
Honduras continúa siendo el país más violento de Centroamérica, pese a la implementación de estrategias del gobierno orientadas a la seguridad, como el estado de excepción vigente desde finales de 2022.
Las estadísticas también ubican a Honduras como “el segundo país más violento de Latinoamérica, solo superado por Venezuela”. La violencia sigue en comportamientos similares a años anteriores, según analistas, aunque las autoridades insisten que han logrado una reducción significativa.