Por: Teresita Morillo
Retazos de mi Vida. Me encanta la gente que me hace sonreír; y mucho más cuando yo amanecí sin sonreír. La risa y la sonrisa; son un disolvente que puede cambiar todo en un instante. Sea lo que sea que hagas, hazlo todo con amor y con todo tú corazón. Un día hermoso depende mucho de nuestra actitud, y no sólo de que brille el sol ese día. Podría ser un día muy opaco, y nuestra sonrisa y alegría, iluminar el día de muchos. Una persona altamente positiva convierte sus problemas en retos, y nunca en obstáculos. El mayor éxito en la vida no está en vencer siempre; sino en no darse por vencido jamás.
La vida es tan corta que, de nuestro vocabulario, deberíamos eliminar las palabras; no puedo y no quiero. Quién se levanta con ánimo después de una caída, tarde o temprano alcanzará el éxito. Caminando por la vida comprendí, que lo importante no es saber lo que uno tiene, es saber lo que uno vale. No olvidemos que los pequeños momentos, son los que hacen grande la vida. Para imitar lo bueno y lo mejor, sigamos las huellas de quien murió por nosotros en una cruz.
La vida sólo una vez se vive, se compone de retazos, de pequeñas alegrías, de instantes que se lleva el viento, y de momentos lindos que jamás olvidamos. Ya que nuestra existencia es tan efímera, cómo una pequeña vela, que se apaga por el soplo del viento. Por esa razón todo tiempo que tengamos, disfrutémoslo con inmensa alegría y buena disposición. Los años se van sin que nos demos exacta cuenta, y poco a poco vamos tejiendo, recuerdos, añoranzas, nostalgias y todas nuestras vivencias. Pero la agónica secuencia del tiempo, nos apura a vivir a prisa y no nos enteramos, en qué momento sé nos va de nuestras manos. Mil abrazos y mil bendiciones.
