Ivonne Tábora
La situación caótica en el Congreso Nacional actual, ha llegado al colmo de los colmos en los últimos días, los actos violentos y el desorden que se ha venido dando dentro de las instalaciones del mismo, dan vergüenza, a algunos diputados se les ha olvidado cuáles son sus funciones y que no están en el CN para hacer los que se les pegue su regalada gana.
La terquedad del partido en el poder ha tenido paralizada la agenda legislativa, sin embargo los diputados del soberano, sin trabajar y estar en funciones, han estado cobrando sus sueldos mensuales y sus prebendas, ya que el 94% del presupuesto del mismo se ha ido en el pago de sus salarios, esto fue denunciado por el Consejo Nacional Anticorrupción, ya que solo en sueldos y salarios se han gastado alrededor de 60 millones de lempiras.
Los hondureños estamos siendo espectadores de escenas violentas, zafarranchos ejecutados por miembros o seguidores del Partido Libre, en contra de la oposición, un escenario que mantiene preocupada y alarmada a una buena parte de la población, sumado a esto, está el mal mensaje que se está enviando no solo a nivel nacional, sino internacional.
La empresa privada se ha pronunciado sobre la situación mediante un comunicado en el que condena todo acto violento y de coacción, incluyendo el secuestro de diputados dentro del CN, pues estos hechos no solo violan los derechos humanos fundamentales, sino también vienen a dañar la imagen y el funcionamiento de nuestras instituciones democráticas.
Pero el asunto, lejos de solucionarse se ha complicado más, porque el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo nombró a través de una Comisión Permanente y de forma interina, como Fiscal General al abogado, Johel Zelaya y como Fiscal Adjunto, a Mario Morazán, una decisión tomada con solamente 9 diputados del Partido Libre, o sea, sin la participación de los diputados de las diferentes bancadas, lo que me parece inaceptable y arbitrario.
Los diputados de las bancadas de oposición, Nacional, PSH, Liberal han expresado su descontento sobre este nombramiento y se niegan aceptar esta elección catalogada como ilegal, y no solo ellos se han pronunciado, también la Asociación de Jueces y Magistrados de Honduras, ha hecho un llamado a la clase política y sus diferentes bancadas para que concilien sus posiciones en beneficio de la población hondureña.
Sin embargo miembros de la bancada de Libre se escudan en que no van a permitir que un Fiscal General Adjunto, que ya cesó en su cargo y que según ellos ha cometido delitos por acción y por omisión a la violación a la soberanía, siga dirigiendo la justicia del país.
Para mí lo que está pasando es algo nunca antes visto, un poder del Estado tomando decisiones de forma unilateral, y usando violencia, lo increíble es que lo que tanto criticaban del gobierno anterior, que decían era que una dictadura, no se ahora como podríamos llamar lo que ellos hacen, porque a la vista está que estos sí son actos dictatoriales.
La comunidad internacional ya se ha pronunciado sobre lo ocurrido, como el embajador Francisco Mora, representante permanente de la Organización de Estados Americanos, OEA, que expresó en redes sociales su profunda preocupación por los recientes acontecimientos al elegir a los fiscales con una minoría legislativa y los actos de violencia en el país, así también la Embajada de los EEUU en Honduras, expresó su preocupación en la elección de un nuevo Fiscal sin consenso, pues viene a socavar la confianza en la democracia.
Las leyes fueron creadas para cumplirlas, si para elegir al nuevo Fiscal se necesitan al menos 86 votos de los 128 diputados del CN, pues deben irse a votación y respetar el resultado, elegirlo mediante una votación transparente, como personas civilizadas, porque lo que está en juego es nuestra democracia, el Estado de derecho, y muchas cosas más.
Las decisiones en el Congreso Nacional no se pueden seguir tomando solo por un grupo de diputados del Partido Libre, porque no solo ellos fueron electos por el pueblo para legislar, debe prevalecer el diálogo y el respeto ante todo, si continúan como están, lo único que están provocando es más polarización en la sociedad hondureña, ahuyentar la inversión en el país, traer más desempleo y por supuesto más pobreza.
Lic. en Periodismo
@IvonneTabora
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