Gran incendio de pesadilla arrasa empresa de llantas
El incendio de grandes proporciones duró unas 11 horas, convirtiéndose en una gran amenaza para pobladores de ese sector del Hato de Enmedio.
Un pavoroso incendio de grandes proporciones arrasó un negocio de venta de llantas y puso en riesgo la vida de más de 30 personas que habitan en el sector 10 de la colonia Hato de Enmedio, en Tegucigalpa.
Según vecinos de ese populoso sector, ubicado a la orilla del anillo periférico, el fuego se desató alrededor de la 1:00 de la madrugada de ayer, al momento que los pobladores de la zona escucharon una explosión dentro de la empresa de nombre “Llantirama” y rencauchadora de llantas “Irama”.
Enseguida, desde el edificio comenzaron a salir grandes llamas, desatando la alarma entre los vecinos, quienes sumamente asustados llamaron al Cuerpo de Bomberos.
FUEGO INCONTROLABLE
De inmediato al sector llegaron los “apagafuegos” que comenzaron a combatir el siniestro que ya causaba estragos.
Por lo incontrolable del incendio, al sector llegaron más elementos, sumando unos 60 bomberos, a bordo de varias unidades cisternas. Gran lucha desplegaron los “apagafuegos” para sofocar el siniestro.
El capitán de bomberos, Manolo Laguardia, detalló que todas las unidades de la capital se concentraron en el incendio y a esa hora alertaba que “hay nerviosismo de la población, por el temor de perder sus viviendas, pero se les pide que salgan y solo saquen lo indispensable para no arriesgar sus vidas”.
Por la gran magnitud del incendio los bomberos evacuaron a los habitantes de unas 20 casas aledañas.
PÉRDIDAS MILLONARIAS
Al siniestro llego el dueño del negocio, identificado como Yalet Gómez, quien dijo que supo que su local se estaba quemando y se encontró con la tragedia más grande para su familia.
“El dolor que tengo muy fuerte, no solo por mi familia, sino por las demás familias que dependen de este negocio”, declaró apesarado el empresario.
El propietario calculó que las pérdidas podrían ascender a unos 60 millones de lempiras, sin embargo la cifra podría ser mayor, pues a pesar que cuentan con un seguro, gran parte de la inversión se hizo mediante préstamos.
“Así es la vida, qué vamos a hacer, lo más importante es la vida humana”, se consolaba Gómez, para apuntar que “solo Dios sabe, yo ahorita no sé qué va a pasar, pero confiemos en Dios y vamos a tratar de salir adelante”. (JGZ)
