Ha sido más que entretenido, poder disfrutar de “Elementos”, una película de ciencia ficción fantástica y comedia romántica animada por computadora, producida por Walt Disney Pictures y Pixar Animation Studios, y dirigida por Peter Sohn. (Director del corto “Parcialmente animado” del 2009, y de la película también animada “The good dinosaur”, de 2015).
“Elementos” se inspira en la juventud de Sohn, que creció como hijo de inmigrantes en la ciudad de Nueva York en la década de 1970, destacando la diversidad cultural y étnica distintiva de la ciudad, y los escenógrafos del estudio buscaron también inspiración en ciudades como Venecia y Ámsterdam. Estos y otros detalles los podemos observar en el documental “Química de Pixar: la historia de Elementos”, dirigida por Tony Kaplan, que tiene una duración de 41 minutos.
Un viaje íntimo y entretenido, donde el director Peter Sohn habla precisamente de las inspiraciones que hay detrás de su película. Por ejemplo, se refiere al traslado de sus padres de Corea a Nueva York, explora la antigua tienda de su progenitor en el corazón del barrio del Bronx y comenta su elección de trabajar en animación en lugar de dirigir el negocio familiar.
El filme, retrata a la Ciudad Elementos, donde conviven en armonía los habitantes del fuego, el agua, la tierra y el aire, destacándose los dos primeros como eje central de la trama. La metrópolis, tiene, además, una regla clara para mantener el orden y el equilibrio: no se pueden mezclar elementos diferentes, por leyes de la naturaleza y prejuicios sociales. No obstante, la pareja protagonista pondrá a prueba esa regla, al presentarnos a Ember Lumen, una joven del elemento fuego, dura, ingeniosa y fácilmente irritable, cuya amistad con un chico divertido del elemento agua, llamado Wade Ripple, desafía sus creencias sobre el mundo en el que viven.
Es así como la premisa “los opuestos se atraen”, conecta desde luego con las propias vivencias del director, al manifestar: “Comencé a introducir elementos de mi relación con mi esposa. Yo soy coreano y ella estadounidense, mitad italiana. Al principio no les conté a mis padres de la relación porque ellos, que son un poco chapados a la antigua, querían que me casara con una coreana. Lo que me dijo mi abuela antes de morir fue, literalmente: Cásate con una coreana”.
En la cinta, Ember, trabaja en “La Fogata”, la tienda de comestibles de la familia junto con sus padres, Bernie y Cinder ubicada en el distrito rojo de Element City. Cuando su padre se jubila, Ember debe hacerse cargo del negocio. Ella quiere ser una hija buena y tener la aprobación de su padre y no vislumbra en su futuro otra cosa que no sea estar a cargo del local. Pero Ember tiene problemas con su carácter y a menudo tiene estallidos de ira.
En uno de esos arranques, provoca una explosión que rompe las tuberías del negocio y del agua que se filtra aparece Wade, cuya personalidad es tranquila y literal, flotando de un lugar a otro por su trabajo como inspector municipal. Y así comienza esta relación improbable. Ella podría provocar que él se evapore y él que ella se apague. La película sorprende gracias a su hermoso trabajo de diseño y animación, su trato al tema del multiculturalismo y su crítica a las desigualdades sociales (la familia adinerada de Wade y que la gente perteneciente al Agua, dominan la metrópolis).
Otra parte de la crítica opina “que no todos los elementos se exploran tanto narrativa como visualmente: la gente de la tierra y la del aire, y eso hace que la historia de sienta incompleta, con unos giros algo predecibles. En lo que coincide la crítica es que el apartado técnico del filme te roba el aliento por sus detalles en cada personaje. “Elementos” sigue siendo una pieza visualmente impresionante que explora la clásica historia de inmigrantes con amor y alegría”.