El canciller, el impuesto a las remesas y el fentanilo

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11 de noviembre de 2023
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12:05 am
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El canciller, el impuesto a las remesas y el fentanilo

Por: Jairo Núñez

El nerviosismo y la paranoia del Canciller están en sus límites. “Le pedimos a la embajadora Dogu que no opine en temas de carácter nacional”. Nunca se había visto semejante falta de respeto a un embajador o encargado de negocios de EEUU en Honduras. Se admira profundamente la inteligencia emocional de la diplomática estadounidense ante este acto bochornoso de llamarla a su despacho y tratarla de semejante forma.

Parece que el Canciller guarda en su ADN algún tipo de resentimiento de antepasados esclavos, que probablemente una gran parte en el país lo tengamos, pero él lo saca a la luz, de forma tan visible y rencorosa, como la mayoría en la cúpula del gobierno al estar mencionando que hemos tenido una relación de esclavitud y subordinación ante los EEUU. El daño que está provocando el gobierno será tan grave que cuando se quiera remediar, será muy tarde.

Al Canciller le falta cálculo político para vislumbrar que se avecina un cambio de gobierno en EEUU. Y sabemos por las mediciones que se regirá bajo el teorema del péndulo, los republicanos volverán a la Casa Blanca y muy probablemente sea nuevamente encabezado por el expresidente Trump. Si no puede guardar buenas relaciones con un gobierno demócrata, mucho menos podrá hacerlo con un gobierno republicano; claro, él ya no estará en el cargo para entonces.

Sin embargo, los daños quedarán. Al Canciller no le importa que alrededor del 75% de las remesas provienen de EEUU en donde viven más de un millón de hondureños entre residentes legales e indocumentados. No, a él no le interesa eso. Al Canciller no le interesa que a Honduras ingresan 8,600 millones de dólares estadounidenses anualmente y que representan casi un tercio del PIB del país. ¡Casi un tercio del PIB del país! Y el 75% viene de EEUU. Somos extremadamente dependientes de las remesas de nuestros compatriotas.

Al Canciller tampoco le interesa que el gobierno del presidente Biden pueda comenzar a colocarle impuestos a las remesas. Al expresidente Trump no le temblará el pulso en hacerlo. ¿A esto nos quiere llevar este personaje? ¿A abrazar los lazos de “amor” con China? ¿Qué nos da China? Le dejamos de tarea al Canciller revise los datos de cuánto es la contribución directa de China a la economía hondureña. Parece que no tiene claro el panorama. La ideología lo tiene cegado y su risa nerviosa y disimulada no le ayudará en mucho cuando la ciudadanía termine de comprender lo que desean hacer.

Recurrir a China es como cuando se tiene una deuda con los bancos y esta se vuelve impagable. Luego, por alguna razón milagrosa, alguna cooperativa accede a darle crédito y también queda mal. Posteriormente, ¿a quién se recurre? A los prestamistas no bancarios, que van desde los que se apegan a la ley hasta los que cobran el 20% semanal hipotecando la propiedad por L50,000. Este último es China, el gran prestamista mundial. China tiene suficiente dinero para prestarles a todos los países ahogados en deudas como Honduras, para luego pedir territorios a cambio, porque ellos ya saben que el país no tiene ni tendrá la capacidad para honrar las deudas contraídas.

A los chinos ya les gustó esto. Lo vienen haciendo desde hace muchos años con países miserables en África. El continente africano ya pronto será chino. No será raro, como hasta ahora, en las próximas décadas ver chinos con piel oscura y labios gruesos. Están bien metidos en toda África. Tienen apetito insaciable por tierras y puertos, principalmente puertos. Ya penetraron África y algunos países del Medio Oriente, ahora vienen por la franja centroamericana. Vital para ellos. Necesitan una vía alterna al canal de Panamá. Al dictador nicaragüense lo tienen engañado con el canal porque andan buscando otro país que no cobre tanto a cambio de establecer su propio canal, aunque sea seco.

Y ya parecen haberlo encontrado. Están interesados en el puerto de San Lorenzo. Es el punto de entrada. Solo Dios sabrá las negociaciones que ya se están haciendo. Tanto que criticaron las ZEDE que terminaremos otorgando miles de kilómetros cuadrados al estilo Venezuela en la región del Orinoco. Un territorio de 112,000 kilómetros cuadrados (del tamaño de Honduras) concedido a China para la explotación minera por la impagable deuda de los 68 mil millones de dólares de préstamos otorgados desde 2007. Así cobran los chinos. Por eso le urge al Canciller del gobierno socialista, nerviosamente, romper relaciones con EEUU para dejarnos con una oficina representante al estilo Venezuela. Por cierto, ¿ya se averiguó para quién venía el cargamento de fentanilo?

Jairo Núñez es Doctor en Ciencias. Profesor de posgrados en la UNAH y en la Universidad Católica. Director académico de Fundación Eléutera.

direcció[email protected]

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