El milagro económico para Honduras dependerá del libre mercado

MA
/
14 de noviembre de 2023
/
12:21 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
El milagro económico para Honduras dependerá del libre mercado

Carlos G. Cálix

Antes que finalice este gobierno debemos estar listos para correr el riesgo de los rigores que conlleva una “terapia de choque”. Producto de la convulsión generada por la pretendida planeación central y la afectación sistemática provocada por el control gubernamental, la transición exitosa dependerá del alentador camino al libre mercado.

Es posible que, entre 2024 y 2025 la producción industrial caiga estrepitosamente. El caos y el conflicto se encuentran a la vuelta de la esquina. La economía, la inversión extranjera y el espíritu emprendedor se pueden venir abajo como una fila de fichas de dominó. Para evitar el derrumbe económico en 2026, los políticos hondureños deberán recibir el apoyo de un abrumador consenso público en favor de un cambio radical.
Para que el éxito económico de Honduras sea incuestionable, el PIB per cápita en paridad de poder adquisitivo (PPA) debe multiplicarse casi por dos, la tasa de desempleo debe hundirse a mínimos históricos y la economía del país debe buscar una modernización intensa que incluya inversiones en energía, de ser necesario evaluar la viabilidad de una apuesta por la energía nuclear. Pero lo que es mejor, es fundamental evitar una pérdida notable de competitividad de los bienes y servicios. El milagro económico, dependerá de múltiples factores.

Es necesario formular profundas reformas estructurales a principios de 2026, que eliminen la mayor parte de las ineficiencias de la economía de planificación centralizada que pretende el actual gobierno. La aceleración de la transformación del país hacia una economía abierta de libre mercado, implicará la liberalización del comercio y la inversión y, la introducción de políticas orientadas al mercado. En primera instancia, será necesario afianzar un gobierno mixto.

La disciplina fiscal y las políticas monetarias deben ser sólidas. Honduras deberá aplicar políticas fiscales prudentes, manteniendo bajos los déficits presupuestarios y reduciendo la deuda pública. Además, el Banco Central de Honduras (BCH) deberá implantar políticas monetarias efectivas para mantener la estabilidad de precios y controlar la inflación.

La moderación salarial y un entorno empresarial relativamente estable deberán atraer una considerable inversión extranjera directa. Eso, junto a la mejora del capital, desembocará en un modelo de crecimiento similar al de Polonia, donde las exportaciones tienen un peso notable y creciente. Tarea que no será fácil en cuatro años. Sin embargo, dejará los cimientos para el despegue de Honduras en PIB per cápita.

Honduras no debe descuidar la producción interna, no obstante, paulatinamente debe convertirse en un país cada vez más orientado hacia el exterior, beneficiándose de su ubicación estratégica y de los costos laborales competitivos. Es fundamental diversificar su base de exportaciones, retomar y ampliar las relaciones comerciales con Estados Unidos y otros países centroamericanos. La Frontera de las Posibilidades de Producción (FPP), debe ser debidamente analizada y con ello convertirse en el tren rápido de las exportaciones en Centroamérica. La producción industrial y las exportaciones deben diversificarse.

El crecimiento de las exportaciones hondureñas debe pasar por la diversificación de la base industrial. La maquila seguirá siendo importante, sin embargo, se debe hacer énfasis a la industria alimentaria y los servicios. La industria alimentaria deberá aumentar su cuota en el total de las exportaciones entre 2026 y 2030. Esto, como consecuencia de una importante inversión en agricultura y en el sector de la transformación de alimentos, que deberá ser posible gracias a la financiación e inversión interna y externa, así como a la buena calidad de los productos y a unos precios muy competitivos. Además de crear los mecanismos necesarios para fortalecer y desarrollar nuevas empresas de base tecnológica EBT que provoquen un auge de las exportaciones de productos TIC (Tecnologías de la información y la comunicación).

¿Cuál sería la mejor manera de iniciar esta transformación de Honduras? Fijar ambiciosos objetivos económicos para los próximos tres periodos gubernamentales, 2006-2038. Sin embargo, en el corto plazo, tratar de lograr y mantener una tasa de crecimiento -del 6%- que estimule el empleo. En el presupuesto para el año 2026-2027 es necesario considerar la tasa de crecimiento del PIB real, una tasa de aumento de los precios al consumidor al final del año y, un enfoque más prudente con respecto a la situación fiscal y la balanza en cuenta corriente. A más tardar en 2029, el presupuesto del gobierno general estaría en equilibrio y la tasa de inflación habría bajado a menos del 4%.

La estrategia a mediano plazo de Honduras deberá constar de tres componentes principales: estabilización macroeconómica, fortalecimiento del sector financiero y reformas estructurales. Sin desconocer como decía Hayek, que: “El curioso cometido de la economía es enseñar a los hombres lo poco que realmente saben sobre aquello que imaginan que pueden diseñar”.

[email protected] Carlos G. Cálix es doctor en ciencias y director general de MacroDato. Director del Consejo Académico de Fundación Eléutera. Posdoctorado IIESS-CONICET.

Más de Columnistas
Lo Más Visto