De mapaches y ratones

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18 de noviembre de 2023
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12:06 am
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De mapaches y ratones

Independencia y recuperación patria

Por: Abog. Octavio Pineda Espinoza (*)

Mi padre, quien era una persona muy aguda para decir las cosas con inteligencia, con humor pero con certeza, es acreditado por haber creado muchas de las frases que se utilizan hoy en el argot político vernáculo, entre las mismas podemos dar como ejemplos: “el cipote malcriado” refiriéndose a JOH, el famoso “Tilín tilín” cuando se refería a los vendidos de uno u otro partido traicionando las causas ciudadanas o partidarias, “los caballeros de industria” como les decía a algunos empresarios convertidos a políticos y así hay muchos otros que servían de reflexión sobre lo que sucedía en nuestra amada tierra Honduras.

Hoy me quiero referir a uno o dos más de esos certeros comentarios, por lo que significan hoy en la política nacional y por lo real desafortunadamente que son en la esfera de las luchas políticas, cívicas o gremiales. Hace algunos años mi padre escribió un artículo en este mismo diario titulado “Mapaches” que creo viene como anillo al dedo a ciertas circunstancias particulares que se dan en mi partido, el Partido Liberal de Honduras y que estoy seguro se dan en todos.

En el artículo comenzaba dando la definición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española sobre el animal en referencia y contaba una historia de un viaje donde una amistad que en su casa, alrededor de la misma, colocaba todas las noches, latas de comida como trampa para atrapar al destructivo mapache que arruinaba la vegetación de su casa así como rememoraba los mapaches o mapachines que hacían destrozos en las milpas y aradas de sus antepasados apareciendo con regularidad cuando los maizales comenzaban a madurar el grano y su presencia se intensificaba al aproximarse la cosecha.

Explicaba que a los mapaches o mapachines era difícil evitarlos, detenerlos y que era grande el daño que hacían, así como lo difícil de hacerlos caer en las trampas caseras, porque eran hábiles y escurridizos, aunque atractivos, graciosos y hasta cautivadores. Reflexionaba diciendo “hay por cierto otros mapaches o mapachines y mapachinas, que no pertenecen a esta especia zoológica, se refería a los oportunistas y aprovechados del PL que no trabajan, no siembran, no hablan, no luchan por sus victorias y en las horas difíciles, más bien emigran para otras milpas y se comen otras mazorcas, no importa si tiernas o maduras, pero aplacan su hambre”.

Seguía reflexionando, “de estos he visto y veo muchos en mi partido, que tan pronto el PL triunfa o tiene una cuota de poder con el trabajo, el esfuerzo y hasta el sacrificio de otros, se aparecen por todas las ventanas; las celosías; las rendijas y las puertas; los corredores, los salones, salas, cocinas y hasta en los dormitorios de los hombres y mujeres del poder; para arrebatar su mazorca y estas sí exigen que estén maduras y sean de la mejor calidad”.

Releyendo ese aleccionador artículo veo que no ha cambiado mucho la cosa, por ahí veo y he visto varios en mi partido, que al verlo sin posibilidades salieron corriendo a entregarse a los brazos del PN unos o de Libre otros hoy en día, y ahí consiguieron su mazorca, los ponen de embajadores, de asesores, de huizaches del alcalde Aldana, salen ellos y sus hijos vagos, vituperando por las redes sociales sobre la nobleza del gobernante de turno y su grandeza intelectual, doblando sus espinas dorsales al mejor postor cual lo hizo Judas antes de entregar a su Maestro.

Muchos de ellos sin necesidad de hacerlo, porque, yo puedo entender a alguien a quien la vida o la profesión no le ha dado oportunidades ni riquezas y que en su desgracia solo encuentra esa salida pero a los que ya son ricos de buena o de mala manera no los entiendo realmente, no comprendo cómo son capaces de doblegar sus principios, sus valores, su palabra, su dignidad, todo aquello que los hace personas en pos del apetito chamberil desmedido, del reconocimiento falso, de la posición efímera, a cambio todo de traicionar a los amigos y a las instituciones que los hicieron reconocidos, pero bueno, ahí están y ahí seguirán haciendo daño aquí y allá, con un pie en cada lado de donde les convenga pretendiendo pasar desapercibidos mientras encuentran la siguiente mazorca.

Siguiendo con los artículos de mi padre publicados en los diarios y en su libro “Rumor de espigas y pinares”, que regalo con gusto a mis dilectos amigos y correligionarios cuando puedo, escribió otro llamado “Ratas y ratones” en el que igual describe al animal como pernicioso, voraz, aborrecible, activo, maliciosos pero torpes con las trampas y los gatos que los terminan exterminando, sin embargo, siempre prestos a escapar del peligro antes que los demás como cuando se hunde un barco en donde en un naufragio, se pueden ahogar el capitán, la tripulación, los pasajeros y camareros, todos, menos las ratas y ratones, mientras tienen de qué sobrevivir, permanecen en el barco; cuando todo se acaba, lo abandonan y se salvan, cada uno a sí mismo, no importan los demás”.

Nuevamente un reflejo de la realidad de mi partido aplicable a otros y a las luchas gremiales, académicas y de todo tipo; de nuevo me vienen a la mente muchas caras y personajes que conozco y que veo cual exégetas de la verdad dándonos lecciones de moral y del camino a seguir en las redes sociales pero que solo están esperando el momento justo para saltar del barco, algunos ya lo hicieron y mejor que se vayan, estoy seguro que usted estimado lector conoce muchos de ellos y ellas, usted decida quienes!

(*) Abogado y Notario. Catedrático Universitario. Político Liberal.

[email protected]

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