¿El gobierno retiró o llamó a consultas a nuestro embajador en Israel?
Por: Jubal Valerio Hernández
La noticia que trascendió inicialmente, originada en la Secretaría de Relaciones Exteriores de nuestro país, era que el embajador de Honduras en Israel, había sido retirado. Inmediatamente, puse un mensaje vía WhatsApp a mi amigo Roberto Martínez Castañeda, para confirmar la veracidad de dicha información. Me contestó brevemente: “He sido llamado a consultas”, lo que, a su vez, fue confirmado después, por la Cancillería hondureña.
¿Cuál es la diferencia que existe entre retirar a un embajador o llamarlo a consultas? Normalmente, se llama a un embajador a consultas, para que informe sobre alguna situación delicada que está ocurriendo en su país de destino, o por alguna nueva política o misión que se le quiere asignar y, por su secretividad, no se confía en los medios de comunicación. Esto suele pasar inadvertido. No se divulga, pero cuando se hace, es porque el país discrepa o disiente de las políticas que está aplicando el país de destino del embajador. Esto suele ser una acción temporal (información suministrada por mi amigo, el Varón de los Múltiples Saberes, Dr. José Antonio Flores Arriaza).
Cuando hay una crisis y se está al borde de un conflicto con el país de destino, el embajador se retira, colmo una advertencia o amenaza de acciones bélicas o medidas de bloqueo comercial. Este retiro, suele ser por mayor tiempo o de manera indefinida.
Creo, tratando de ver las cosas con objetividad, que si el gobierno hondureño decidió cambiar la versión original del retiro del embajador Martínez, por el de ser llamado a consultas, es porque no se quiere actuar en forma precipitada, incurriendo en la toma de unas decisiones que, al final, le pueden crear perjuicios irreversibles a una relación que ha perdurado por setenta y cinco años, desde que fue creado el Estado de Israel, que se ha caracterizado por la mutua comprensión, el respeto y una valiosa colaboración entre ambas naciones.
El gobierno hondureño, está llamado a actuar con prudencia y sabiduría. Si las circunstancias determinaron la condena a los actos criminales de la organización terrorista Hamas en contra de la población israelí y, después, se consideró que había de protestarse también, por las fuertes represalias tomadas por parte del Estado de Israel en la Franja de Gaza, que han causado numerosas bajas en la población civil, está en su derecho de hacerlo.
Pero, al final, lo que debería prevalecer es un llamado y apoyo a las actividades de negociación, que conduzcan a que se normalicen, de una vez por todas, las relaciones pacíficas y respetuosas entre las partes en conflicto. Toca entonces, esperar a que nuestro gobierno actué en consonancia con lo que pide y anhela el mundo civilizado, sin caer en el seguidismo con lo que hacen algunos gobiernos de América del Sur, que han decidido llegar hasta a la ruptura de sus relaciones con Israel, porque quizá no exista en ellos, la relación de amistad y cooperación que ha prevalecido entre Israel y Honduras.