La derrota 2-0 en Tegucigalpa provocó un terremoto a la Selección Mexicana de Fútbol, lo que obligó a su entrenador, Jaime «Jimmy» Lozano a no perder tiempo, al tomar un chárter a la ciudad de Toluca para, posteriormente, llegar al Centro de Alto Rendimiento y encerrarse por completo para crear la fórmula de una posible remontada en el Azteca ante Honduras.
Lozano que reconoció el mal partido de su equipo, además perdió a su capitán y caudillo Guillermo «Memo» Ochoa en un encontronazo con Anthony Lozano, lo que lo aleja del juego decisivo en Santa Úrsula, por lo que llamó al portero de Pumas.