Por: Noé Pineda Portillo
Ya era tiempo de realizar el proyecto en grande, si logramos el Aeropuerto Palmerola, con el cual alcanzamos directo a Norteamérica, Europa, Asia y Suramérica, ahora sería con el megaproyecto del ferrocarril interoceánico, inspiración de doña Xiomara, nuestra Presidenta Constitucional, conjuntar Centroamérica y cruzar a Honduras de nortea a sur y este a oeste, con vías terrestre, aéreas y marítimas. Hay que mirar hacia adelante. Esto es importante para la integración nacional y Centroamericana y luego con el formidable Tren Maya que ya está construyéndose en México por el istmo de Tehuantepec, desde Palenque, Chiapas, hasta Cancún en el Caribe mexicano (1,554 Km.). Tal como lo pensaban nuestros próceres. En cambio, nuestro ferrocarril interoceánico tendrá unos trecientos cuarenta kilómetros lineales calculadamente desde Amapala hasta Punta Catilla.
Recordamos cuando don Manuel Zelaya Rosales, se lanzaba de presidente constitucional, una de sus promesas de campaña era construir el ferrocarril Interoceánico que vendría del sur hacia Puerto Castilla y que sería uno de sus grandes proyectos. Y no es que sea cosa del otro mundo, cuando se quiere se puede, ahora hay grandes firmas que en forma concesionada pueden hacer esos proyectos. Honduras ha tenido grupos inversionistas interesados de España, Taiwán, Estados Unidos, China Popular, países europeos que han estado interesados. ¿Por qué no ahora? Comencemos ya, Honduras lo requiere. La base del desarrollo está en la infraestructura física, es hora de pensar en obras grandes. Las ventajas son muchas, pensemos en las siguientes:
1, Ampliaría la frontera agrícola hondureña, logrando mayor producción, especialmente en producción de palma africana, bananos, piña, maderas, cítricos y otros.
2, Facilitaría el intercambio de mercancías del Pacífico al Caribe y viceversa, dándole mayor movilidad al comercio. Al transporte de carga y de pasajeros.
3. Atraería carga de otros países centroamericanos, Norteamérica, Europa y países importantes de Asia-Pacifico. Como Taiwán, China continental, India, Paquistán, Australia, Nueva Zelandia, y Japón.
4. Pondría a disposición al desarrollo turístico, industrial y comercial de la gran bahía de Trujillo, principal en el mar Caribe por su profundidad, seguridad y de amplia cobertura. Recuérdese que allí se proyectó una ciudad flotante por norteamericanos para turismo internacional.
5. Daría la oportunidad de expansión de las vías terrestres que comuniquen a Honduras por los cuatro rumbos cardinales.
6. Serviría de base para obtener nuevas inversiones en agricultura, comercio e infraestructura para transporte liviano, medio y pesado.
7. Se abriría a la modernización económica un espacio territorial importante.
8. Formaríamos un emporio sobresaliente entre Puerto Castilla y Puerto Cortés a nivel centroamericano, Norteamérica y Antillas-Caribe y su conexión al océano Pacífico.
9. Competiría en movimiento comercial con el Canal de Panamá haciendo más grande a Centroamérica.
Como puede verse, las ventajas económicas, sociopolíticas y geopolíticas, resultarán importantes para Honduras y Centroamérica, todo depende como se estructure el proyecto, sin descuidar la cuestión económica, social y ambiental. Si eso se logra hacer realidad, los hondureños podemos ilusionarnos con un porvenir a muy larguísimo plazo.