Por: Mario E. Fumero
Lo ocurrido en las elecciones de Argentina y Ecuador es un indicio de un fenómeno que posiblemente se va a extender por todos los países latinoamericanos, en donde la izquierda ha sido predominante y democrática en los últimos tiempos, debido al fracaso en asuntos económicos y de valores morales de la izquierda, por lo cual, vemos como el triunfo del radical Javier Milei, produce en Argentina un viraje a la derecha, como respuesta a una izquierda que no llenó las expectativas de los argentinos, sino que más bien los llevó a una inflación de tres dígitos, y se bio enturbiada por la corrupción de los gobiernos anteriores.
No podemos catalogar a todas las izquierdas latinoamericanas con el mismo patrón, con se juzga las dictaduras de Venezuela Cuba y Nicaragua, que, aunque tiene una ideología izquierdista, tristemente han llevado a sus países a una condición de miseria y escasez escalofriante, aunque en el caso de Nicaragua, el gobierno da cabida a la inversión y a una política de mejor asistencia social, aunque es dominada por un dictador que ha salido peor que Somoza.
Tampoco podemos negar la existe una izquierda moderada, que se ha extendido en los últimos años por toda América Latina, cobijada bajo los parámetros de una democracia participativa, pero que no ha podido superar a una derecha corrupta, que en el pasado se había impuesto con desigualdades y corrupción.
Es ahí donde nos reencontramos con la izquierda que dominó en Argentina por muchos años, bajo el fuerte apoyo de un peronismo que muchas veces no tumbo un rumbo definido, llevando al país al desastre económico, siendo este uno de los países con más recursos económicos de sur de América, y la cual perdió con una abrumadora materia del nuevo presidente Javier Milei, un radical derechista que ofrece un viraje a una ultraconservadora política contraria a la existente con la cual propone enfrentar el fracaso de la izquierda democrática, que ha sumido al país en una crisis inflacionaria de dimensiones catastróficas.
Este hecho histórico en Argentina, que se ha seguido a nivel mundial, pone en peligro las izquierdas democráticas de Chile, Colombia, México, Brasil, Bolivia y Honduras, que aparentemente, mantienen una posición moderada, pero que si no tienen cuidado en sus políticas internas, pueden originar un giro radical hacia la derecha de Milei, dependiendo de lo que allí ocurra, lo cual puede dar fuerza a los movimientos de derecha en los próximos periodos electorales, a menos que en estos países la izquierda se radicalicen, y se constituya en una dictaduras, que anulen los derechos de la una de una libre elección.
Actualmente tenemos un Brasil y una Bolivia que han virado a una izquierda que no sabemos si se podrá radicalizar, pero se avizoran grandes acontecimientos políticos en muchos países latinoamericano, que al polarizarse y radicalizarse los extremos, pueden crearse las condiciones para una lucha de poder entre una izquierda fracasada, y derecha históricamente corrupta, que hundirían más la clase política existente, por lo que se hace necesario buscar un punto de convergencia entre estos dos extremos, y reconocer que ambos lados tienen cosas buenas y cosas malas que podríamos rescatar y unificar.
Qué bueno sería que pudiéramos combinar las cosas positivas de ambas ideologías, para crear una fuerza equilibrada de centro-izquierda, donde ciertos principios de la izquierda, como son la seguridad social, laboral y de una educación igualitaria, que son valederos, se pudieran combinar que los aspectos positivos de la derecha, como es el libre comercio, la libertad de conciencia y una justicia social equitativa, sin la existencia de un estado paternalista y populista, principalmente en los servicios públicos, lo cual podría ser la opción para salvar a América de una confrontación ideológica que nos ha traído graves consecuencias de injusticia y pobreza.
Queda a criterio de las fuerzas de la derecha y de la izquierda el poder diseñar coherentemente, una convivencia que nos permite reconocer que ambos lados tienen cosas buenas y malas, y no permitir que predominen las cosas malas de ambos lados, para poder así evitar el surgimiento de las dictaduras fascista de derecha y comunista radical de la izquierda, creado un modelo que forje un socialismo democrático al estilo de la Europa Occidental.
[email protected]
www.contralaapostasia.com
