Una semana histórica, de optimismo y sorpresas

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22 de noviembre de 2023
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12:03 am
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Una semana histórica, de optimismo y sorpresas

Por: Óscar Lanza Rosales

Hemos tenido una semana interesante e histórica a nivel político de España y Argentina, y del mundo, con la reunión de los presidentes de las mayores potencias, Joe Biden de Estados Unidos (EU) y Xi Jinping de la República Popular China, pese a las grandes tensiones entre ambos países y las cruentas guerras de Ucrania e Israel contra Hamas.

En España, Pedro Sánchez ha logrado su tercer mandato como presidente del gobierno de España en un ambiente de alta tensión política y social. Aunque su partido, el Partido Socialista Español (PSOE), perdió en las pasadas elecciones frente a su principal opositor, el Partido Popular, ha obtenido el respaldo necesario mediante acuerdos con otros partidos de izquierda, nacionalistas e independentistas, incluyendo el partido catalán, con la promesa de aprobar una ley de amnistía para beneficiar a su líder que está exilado actualmente en Francia. En estos acuerdos y pactos, Sánchez ha demostrado una gran habilidad política, resiliencia y capacidad de adaptación.

En Argentina ha ganado el controversial candidato antisistema, Javier Milei, que ha derrotado al oficialista peronista Sergio Massa (55.69% a 44.3%), en unas elecciones calificadas por Massa como transparentes y el primero en reconocer el triunfo de Milei. El país de España, que ha seguido de cerca esta contienda electoral, le ha dado muchos apellidos a Milei: Ultra, libertario y anarco-capitalista; o un trotskista de derecha; y el Mercurio de Chile, cree que es una mezcla de predicador mesiánico y estrella del rock. Y él se define como un liberal libertario, que quiere quemar el banco central y dolarizar la economía para terminar con la inflación; sobre los políticos dice que “hay que sacarlos a patadas por el trasero”. En el escenario, es histriónico, desaliñado, pero al mismo tiempo muy cuidadoso de su imagen. Desde la escuela se caracterizaba por sus exabruptos, que se ganó el apodo de El Loco; con su ira de frustración y contradicciones, ha cautivado a una sociedad argentina hastiada por la política y por sus lamentables condiciones económicas. Él quiere devolverle a su país, la grandeza que tuvo en el siglo XIX.

El plato fuerte de la semana fue el encuentro entre los presidentes Joe Biden y Xi Jinping que se llevó a cabo en el contexto del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en San Francisco, California, en la que los medios nos dieron la buena noticia e inspiradora de la paz mundial, con la imagen de ambos líderes paseando y sonriendo juntos en un parque donde se realizó la reunión, simbolizando el esfuerzo por reducir la tensión.

El encuentro tenía como objetivo mejorar las relaciones bilaterales, establecer las áreas de cooperación y reducir el riesgo en sus interacciones militares.

En el encuentro se alcanzaron tres acuerdos importantes: 1) frenar la producción de fentanilo, declarado como una epidemia en EU; 2) la reanudación de las conversaciones directas entre las fuerzas militares de ambas naciones para prevenir conflictos inadvertidos; y 3) centrar la cooperación sobre los riesgos y desafíos de la inteligencia artificial. Además, se abordaron temas globales como la situación en Ucrania, Gaza y la solución del conflicto Israel-Palestina; lo mismo que el cambio climático mediante la reducción del consumo de combustibles fósiles.

Xi Jinping subrayó las opciones para China y EU: fortalecer la cooperación. Instó a no darse la espalda, ya que la rivalidad traerá consecuencias insoportables. Presentó la modernización China y su intención estratégica, negando planes de reemplazar a EU. Xi aseguró que la Tierra es lo “suficientemente grande” para que ambos países tengan éxito como potencias, por lo que debe haber una disposición a la coexistencia pacífica.

Biden reiteró su compromiso en los acuerdos y expresó que unas relaciones estables son beneficiosas. También destacó la importancia del contacto directo entre las dos potencias, reconociendo que no siempre están de acuerdo, pero valorando las conversaciones “francas, directas y útiles”.

A pesar de las diferencias, ambas superpotencias reconocen la necesidad de coexistir para abordar desafíos globales.

Aunque no se emitió una declaración conjunta, ambos líderes calificaron la reunión como positiva y constructiva.

Por mi parte debo agregar que ambas potencias se necesitan mutuamente. Biden necesita mantener buenas relaciones con China en su pretendida reelección. Y China está pasando malos momentos en su economía y su crecimiento.

Estos tres casos, nos dejan grandes lecciones: los acuerdos del sistema parlamentario español, el hartazgo del pueblo argentino por la pésima gestión de su actual gobierno y esa nueva relación entre Xi y Biden ¡con quién nuestra Presidenta Xiomara, nunca se quiso reunir!

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