Los pilares necesarios para defender la democracia

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23 de noviembre de 2023
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12:05 am
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Los pilares necesarios para defender la democracia

Independencia y recuperación patria

Por: Abog. Octavio Pineda Espinoza(*)

En los momentos que las naciones entran en procesos de descomposición política, social e ideológica con sus repercusiones directas en lo económico y en la institucionalidad de los diferentes países, se hace siempre necesario que amplios sectores organizados de nuestras sociedades se manifiesten dispuestos y prestos a la defensa del Estado Constitucional de Derecho, de la legalidad y de la democracia misma. Tales realidades las hemos visto de manifiesto en América Latina de diferentes formas; en Ecuador el triunfo de Noboa frente a las destructivas huestes del correísmo y el domingo recién pasado en Argentina, el mazazo dado por Milei al kirchnerismo son pruebas de este resurgir del centro, centro-derecha en algunos países amigos y del fracaso de las izquierdas.

La fuerte oposición que tiene López Obrador en México, el desprestigio acelerado de Petro en Colombia, el conflicto social existente entre dos fuerzas opositoras fuertes en Brasil, son indicativos también, que las diferentes sociedades están cansadas de las castas políticas caudillescas que buscan solo su beneficio personal en detrimento de la gran mayoría. La evolución de los movimientos contra manifestaciones tiránico dictatoriales en toda la región representan quizás un despertar de la ciudadanía ante la amenaza de la pérdida total de sus libertades públicas.

En Honduras, ante una agenda continuista miope de Libre encabezada por “Mel” Zelaya, que ha ignorado el clamor popular por la respuesta a los grandes desafíos nacionales, ha comenzado a surgir una oposición articulada de muchas formas que busca prevenir el caer en el error histórico de dejar crecer estas pretensiones narcopopulistas de izquierda.

El comienzo de la persecución política, la instrumentalización de un Poder del Estado como el CN y el principio de una censura a las organizaciones y personas que se expresan contrario a los deseos gubernamentales, las repetidas ilegalidades e inconstitucionalidades avaladas por el maleable Luis Redondo, un desconocedor absoluto del Derecho Constitucional, el Derecho Parlamentario y la misma Ley Orgánica del Poder Legislativo así como de la legislación nacional, su absoluta entrega a los Zelaya rompiendo el Art 4 Constitucional y desnaturalizando la función para la cual existe el parlamento, debe ser una llamada de atención para todos los sectores y asociaciones democráticas del país.

Por eso es en estos momentos que, las bancadas de oposición en el Congreso se han integrado bajo una misma premisa: recuperar la gobernabilidad del órgano legislativo, es importante que mantengan esa mayoría (74 votos) que frente a la minoría oficialista (51) representan la voluntad mayoritaria del órgano principal del Estado, es importante que existan manifestaciones de todo tipo, desde las expresamente jurídicas como la del CNA vía recurso de inconstitucionalidad, hasta las de las organizaciones sociales y cuerpos colegiados entre los que destacan el Colegio de Abogados de Honduras cuyo presidente, Rafael Canales, ha mantenido una honrosa independencia de las esferas actuales de poder que antes usaban de voceros a esa importante organización, que se manifiesta en defensa del principio de legalidad y de la supremacía constitucional.

Llamativo, peligroso y algunos dirán hasta cómplice, que cuerpos que tienen que ver directamente con el análisis de las decisiones de los poderes del Estado, la aplicación de la Constitución y las leyes, se mantengan en silencio en momentos tan cruciales para el país, me refiero a cuerpos como los claustros de profesores de las facultades de derecho de las universidades, en particular el de la UNAH, asociaciones civiles que se dedican a este tipo de investigaciones, cámaras de comercio y asociaciones de empresarios, medios de comunicación masiva, iglesias, organizaciones no gubernamentales, organizaciones de empresarios, organizaciones privadas de desarrollo, sindicatos, en fin, todos los que forman parte de la vida orgánica de la sociedad y que pueden servir de ilustración, reflexión y hasta de tope para los que pretendan abusar del poder y de las instituciones.

No me cabe la menor duda que aquel dicho que señala: “Derecho que no se reclama y se defiende, se pierde” es una realidad meridiana y que es indispensable que hagamos conciencia a los ciudadanos sobre la importancia de salvaguardar todas las libertades que nos garantiza la Constitución de 1982, la que más ha durado en nuestra vida institucional como Estado desde 1824, así también es igualmente importante que las garantías de esos derechos se mantengan incólumes y para eso el reclamar un Poder Judicial independiente, transparente, eficaz, efectivo y expedito en la protección de las mismas es parte de esos pilares democráticos a defender.

Es así que, el llamado se ha hecho, la antorcha está encendida, los peligros señalados, los responsables nombrados y el camino trazado. Si vamos a transitar de ser una nación en vías de desarrollo a un mejor estadio dentro del concierto de las naciones, debemos hacerlo dentro del marco constitucional que construimos, como una nación democrática, soberana, representativa, como una República y por lo tanto me atrevo a decir: “Viva la Libertad carajo”.

(*) Catedrático Universitario. Abogado y Notario. Político Liberal.

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