Un café con Mandela: lecciones sobre democracia

ZV
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24 de noviembre de 2023
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12:20 am
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Un café con Mandela: lecciones sobre democracia

En una escena imaginaria pero reveladora, Xiomara Castro se sienta a tomar café con una figura que trasciende el tiempo y el espacio, Nelson Mandela. En la calma de un café que podría estar en cualquier lugar de Tegucigalpa o Johannesburgo, las palabras del líder sudafricano resuenan con un timbre de experiencia y sabiduría.

“La democracia”, comienza Mandela, mirando con ojos que han visto la cárcel y la presidencia, “es más que un sistema político. Es un acto de fe constante en el pueblo y sus libertades”. Xiomara escucha, consciente de que la transición democrática de Honduras está en una encrucijada.

Mandela prosigue: “Tu desafío es cultivar esa fe. La tentación del poder puede ser abrumadora; puede corromper y convertirse en autoritarismo si no se vigila”. El aroma del café mezclado con la profundidad del consejo de Mandela crea un ambiente de reflexión.

“En Sudáfrica”, dice con una pausa, “luchamos no solo contra una política, sino contra un sistema, una ideología. El apartheid era más que leyes; era la idea de que algunos merecen menos que otros”. Xiomara asiente, reconociendo paralelos peligrosos con la opresión política y comportamientos dictatoriales en su propia nación.

“Nuestra victoria”, continúa Mandela, “se logró alzando una nación. Tú estás aquí para alzar a Honduras, para unir y no para dividir”. La advertencia es clara: el poder debe ser un medio para la justificación democrática, no un fin en sí mismo.

“La historia te juzgará”, advierte Mandela, “por la paz que aseguraste para tu gente, por la justicia en tus acciones y por la prosperidad que se extiende a cada ciudadano. Debes abrazar la crítica como un amigo que te dice las verdades que no deseas escuchar, pero necesitas para crecer y cultivar una verdadera democracia”. Xiomara reflexiona sobre los desafíos de su gobierno en apuntar hacia una verdadera república.

“Recuerda, la democracia nunca está terminada”, señala Mandela con un tono de advertencia. “Se construye día a día, voto a voto, ley tras ley. Es tan frágil como fuerte; depende de las acciones de quienes la lideran”.

El café ha terminado, pero las palabras de Mandela perduran. “Vive la democracia con cada acción”, son las palabras finales de Mandela mientras se disipa la escena. “Haz de tu mandato un reflejo de los ideales democráticos, que nunca sea la sombra de un solo gobernante”.

En esta conversación ficticia, pero profundamente simbólica, Mandela ofrece una guía atemporal: la democracia es un camino constante hacia la libertad y la igualdad, y alejarse de él no solo traiciona el cargo, sino el alma de una nación.

Daniel Zepeda
Tegucigalpa, M.D.C.

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