Movimiento pide fin de medida contra maras salvadoreñas y una política integral seguridad
Sumar, un movimiento cívico y plural recientemente surgido en El Salvador, pidió este lunes el fin de la medida de régimen de excepción implementada por el Gobierno del presidente Nayib Bukele para combatir a las pandillas, y la construcción de una política integral de seguridad.
En el contexto del régimen de excepción, avalado por el Congreso desde finales de marzo del año pasado y que suspende varias garantías constitucionales, suman más de 73.800 las detenciones, de las que más de 7.000 personas habrían salido en libertad condicional.
Para Sumar, la medida, que se ha convertido en la principal y única apuesta de seguridad para Bukele, “suspende injustificadamente derechos, genera abusos contra personas inocentes, ha instaurado un clima de miedo y hace más opaca la gestión pública”.
El movimiento aclaró que no solicitan que se liberen a quienes han cometido delitos, sino que “se aborden las causas estructurales de la violencia” y que se “construya una política integral de seguridad que combine eficazmente acciones de represión del delito, prevención de la violencia, rehabilitación y reinserción de privados de la libertad y prioritaria atención a las víctimas de la violencia”.
El régimen de excepción fue ampliado por vigésima vez el pasado 8 noviembre y se prevé que el año 2023 cierre bajo dicha medida, que violenta derechos humanos, según diversas organizaciones no gubernamentales.
De acuerdo con el Ejecutivo, todos los detenidos durante la medida son pandilleros o colaboradores, mientras que las organizaciones sociales registran más de 5.000 “víctimas directas” de atropellos, principalmente por detenciones arbitrarias.
Los datos de la Policía Nacional Civil (PNC), difundidos por el Congreso, indican que entre el 1 de enero y el 1 de noviembre de 2023 se han registrado 131 homicidios.
Este régimen fue aprobado a finales de marzo de 2022 tras una escalada de homicidios atribuida a las pandillas y que cobró la vida de más de 80 personas en tres días. EFE
