Por: Jairo Núñez*
Estamos seguros de que si Marx viviera y pudiera observar cómo una familia burguesa gobierna un país con elementos puramente capitalistas, probablemente estaría profundamente avergonzado. Asimismo, lo están los socialistas y el sector de ultraizquierda del país, que, decepcionados por las propuestas de campaña están cayendo en la desconfianza hacia “MEL” Zelaya (por cierto, recordemos que “MEL” significa Movimiento Esperanza Liberal) severa contradicción a la “revolución socialista” que promueve. Releyendo “El Manifiesto Comunista”, Marx no solo fue un crítico acérrimo del capitalismo, sino también un observador agudo de las diversas corrientes socialistas de su época. Entre ellas, destacó lo que denominó “socialismo burgués”, una perspectiva que, a su parecer, no cuestionaba adecuadamente las bases del sistema capitalista.
El surgimiento del socialismo como respuesta a las “desigualdades inherentes al capitalismo” fue un fenómeno intrínseco al siglo XIX. La Revolución Industrial trajo consigo una transformación radical en la producción y la sociedad, generando nuevas clases sociales y exacerbando las tensiones entre capital y trabajo. Los socialistas de la época buscaron alternativas a las injusticias percibidas del sistema capitalista, y surgieron diversas corrientes de pensamiento, incluida aquella a la que Marx se referiría más tarde como “socialismo burgués”.
Hace un par de años, el señor Movimiento Esperanza Liberal, “MEL” Zelaya declaró: “yo no soy oligarca, yo soy un burgués”. Él y toda su familia hoy en el poder lo son. No hay una causa comprometida con el socialismo que pregonan y mucho menos con el socialismo científico que tanto pregonaba Marx. Por esta razón nos dimos la tarea de entrevistar a 22 líderes en todo el país, bases de Libre, con profunda inclinación ideológica izquierdista de índole marxista, de esos pocos que realmente han leído y ninguno de ellos cree en el liderazgo ni de “Mel” ni de ningún miembro de la familia que gobierna al país para presidir con políticas socialistas al país y consideran que el proyecto de Libre “es un verdadero fracaso en la práctica”.
Marx acuñó el término “socialismo burgués” para describir una forma de socialismo que, en sus palabras, “quería en realidad conservar las condiciones de existencia de la sociedad burguesa y solo eliminar las contradicciones que surgían de su desarrollo”. En otras palabras, criticó a aquellos movimientos socialistas que, según él, se conformaban con reformas superficiales dentro del sistema capitalista en lugar de buscar su abolición. Un socialismo conservador, que ni las reformas superficiales ha tan siquiera logrado hacer. Según Marx, el socialismo burgués no se atrevía a cuestionar la propiedad privada de los medios de producción ni a desafiar la estructura económica que permitía la explotación de la clase trabajadora, como tanto alardea el líder burgués del “familión” gobernante. “Mel” quien sigue siendo una esperanza liberal, no se atreve a cuestionar la propiedad privada. ¡Él es un burgués!
En lugar de abogar por una transformación radical, el socialismo burgués, según Marx, se conformaba con medidas reformistas destinadas a suavizar las contradicciones inherentes al capitalismo. Esto podía incluir regulaciones laborales, programas de bienestar y otras reformas destinadas a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores sin cuestionar la esencia misma del sistema. Y es precisamente lo que ha hecho el gobierno 2.0 del “Movimiento Esperanza Liberal”, “MEL” Zelaya. Suavizaciones. Marx también argumentó que el socialismo burgués, al buscar conciliar intereses de clase en lugar de abolir las clases, perpetuaba la división de la sociedad en estratos sociales y no lograba superar la lógica de la competencia y la explotación capitalista. Es por esa razón que el neoliberal en la práctica de “Mel” Zelaya no ha hecho otra cosa que buscar venganza de su proyecto totalitarista y querer recuperar el control del gobierno para tratar al país como a su potrero personal.
En resumen, la crítica de Marx al socialismo burgués refleja su insistencia en la necesidad de una transformación radical de la sociedad. Marx argumentó que las soluciones superficiales propuestas por el socialismo burgués no eran más que paliativos que no abordaban las raíces de la “opresión y explotación capitalista”.
Entonces, ¿realmente Libre es una respuesta a ese socialismo idealizado por Marx, o solo ha sido un fraude de parte de una familia burguesa hablando en representación de todos los que creen fervientemente en el proyecto de Libre para un futuro realmente socialista para el país? Y lo peor aún: ¿cómo reaccionarán los verdaderos socialistas, no burgueses, ante el descalabro del gobierno dirigido por el “Movimiento Esperanza Liberal” “MEL” Zelaya? ¿Permanecerán un Libre o realmente buscarán crear un movimiento a lo interno del partido o crearán otro partido para realmente dar a conocer sus propuestas de un socialismo renovado y científico? Queda para analizar y reflexionar.
*Jairo Núñez es Doctor en Ciencias. Profesor de posgrados en la UNAH y en la Universidad Católica. Director académico de Fundación Eléutera.
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