Por: Gustavo Adolfo Milla Bermúdez
El sistema democrático y representativo es el mejor para el hombre, donde puede vivir y luchar para mantener un equilibrio social en beneficio justo y equitativo para el desarrollo del pueblo y poder encontrar la luz al otro lado del túnel. Nosotros los hondureños siempre hemos vivido bajo el pabellón de la “idiosincrasia”, y somos creyentes del cristianismo porque Jesucristo es nuestro Dios y su padre Jehová es el creador de todas las cosas que hay en este mundo.
Yo le pido al Señor no nos arrastres junto con los malvados del Partido “Libre”. No nos hagas correr la suerte de los malhechores del socialismo del siglo XXl, que por fuera se muestran amistosos y por dentro son toda maldad. Son leviatanes y nos quieren implantar la dictadura del comunismo. ¡Sálvanos señor!
La ambición de estos políticos corruptos permite conocer el fondo natural de sus malvadas intenciones, cuyas ambiciones se desbordan y son capaces de llegar hasta la ignominia por realizar sus propósitos nefastos.
Como esas reacciones se generalizan, la psicología política se convierte en una auténtica psicología social, en un complejo de actitudes degradantes o humillantes, pero el dueño del Partido “Libre” desconoce lo que es dignidad, moral política por ser (neófito y gaznápiro).
Comprender al hombre como un fragmento de la humanidad es admirarlo y temerle al mismo tiempo. Animalidad y cultura se sobreponen en largo proceso, siendo difícil determinar cuándo predomina el bueno y el malo. El hombre como “Mel” no acaba de comprender que su vida sobre la tierra es limitada y a su vez efímera hasta que se canse el sol, continuará pensando que es inmortal, o a su vez “eterno”…
La actividad del hombre forma la trama de la historia y en pocas ocasiones los aciertos y errores son obra colectiva, como le pasa a “Mel” que lo asesoran elementos sin escrúpulos de dignidad y moral y, vienen de diferentes países dejando huellas de corrupción y en Honduras asechan buscando dónde atrapar a ignorantes políticos del gobierno del “social demócrata”.
La filosofía, la política y la religión amplían el mundo de nuestros afanes y con ellos cultivamos la esperanza. La vida cotidiana, en cambio, es vida prosaica en que las cosas carecen de idealidad o elevación cuando no se vuelven insulsas o vulgares. En esa trivialidad está el secreto de lo humano, más que los esplendorosos caminos de la fantasía.
Son esos hechos triviales las evidentes “señales indicadoras que vemos asomarse al comunismo-dictatorial-fascista por la ventana del socialismo del siglo XXl, que hacen labor de vagamundos, para sacar algún vestigio valioso favoreciendo al dueño del Partido “Libre”. Los seguidores de “Libre” se conocen: son quema llantas, lanzan piedra y queman edificios.
Ningún gobierno tiene derecho a hacer ensayos peligrosos como en el caso de haberse sacado de la manga de la camisa nueve diputados para nombrar al Fiscal General y Fiscal Adjunto, que pusieron en peligro la vida del pueblo, como tampoco tienen derecho a cometer los groseros errores y abusos que la ignorancia o la ceguera terca política de los trasnochados.
La soberanía nacional, como la división de los tres poderes del Estado, que son las deflaciones de Derecho del ciudadano y otras instituciones políticas que responden a largos siglos de desarrollo político.
Quiero enseñarles a los que presumen decir que gobierna al país: “La ciencia política trata de los medios, mientras que la filosofía política trata de los fines, o sea, que la primera da a conocer valores, mientras que la segunda los evalúa”. ¿Qué es sociología-política? Para los “libre”.
Las constituciones que nacieron de la guerra de independencia americana de 1776 y por la Revolución francesa de 1789, fueron preparadas por la corriente de ideas que culminan en el espíritu de las leyes.
El campo de la ética se sitúa en la unidad de los hechos psicológicos, de las facultades, decisiones y de las tendencias humanas. La moral del deber y la ética es parte del imperativo categórico del gobernante.
Se imparten clases y se asesora gratis a los “NEÓFITOS”. ¡“La ignorancia es fatal”!
