Editorial: LA LIBERTAD, EL GOBIERNO, Y LA “HISTORIA OFICIAL”

ZV
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2 de diciembre de 2023
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12:56 am
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Editorial: LA LIBERTAD, EL GOBIERNO, Y LA “HISTORIA OFICIAL”

La censura y quema de libros, durante la Santa Inquisición y la represión protestante, fueron un ataque a la libertad. Los autores, debían decir, no la verdad; o lo que a ellos les parecía tal, sino la “revelada”. Es decir, la “verdad oficial”. La del poder. El “Índice de Libros Prohibidos” y la censura, son un mapa de arbitrariedades que solo fueron superadas por el estado totalitario del siglo XX que prohibió a los intelectuales, especialmente a los historiadores, referir una historia que no fuera la oficial. La Unión Soviética creo la Academia de Ciencias, para mantener el relato oficial y preservar la unidad de todos, alrededor de las teorías “científicas” de los fundadores: Marx, Engeln, Lenin y Stalin. Cuando este expulso a Trotsky, su rostro fue eliminado de la iconografía oficial. Dejó de ser el líder que había conducido el Ejército Rojo y eliminada su figura y sus proezas en historia oficial. En su exilio, escribió su “Historia de la Revolución Rusa” que fue prohibida por las autoridades soviéticas.
De este modo, igual que el estado “teocrático”, aseguraba la unidad y preservaba, “puro” el relato histórico. Y subordinado el desarrollo de la ciencia. Ahora ocurre en los estados musulmanes, en que autores literarios, como Salman Rushdi, son condenados a muerte por escribir, los “Versos Satánicos”. El 12 de agosto de 2022, en el Estado de Nueva York, un fanático le cegó uno de sus ojos.

Ahora, el régimen de Zelaya, en su deriva autoritaria, ha escrito y publicado la “historia oficial” que servirá para “educar” a la juventud. Es la verdad revelada, aunque no se base en fuentes primarias. Sino en opiniones de fieles partidarios. Para lograrlo, han contratado a historiadores, para que escriban el “relato oficial”. Mañana esos mismos autores, desde las universidades – como durante la Santa Inquisición—harán el “Índice de Libros Prohibidos”; quemando obras y justificando que, por seguridad nacional, solo hay libertad dentro de la refundición; y que, fuera de ella, nada es permitido. Julio Lozano emitió un decreto para impedir el ingreso de libros prohibidos. Fidel Castro, estableció un régimen estaliniano como el que se insinúa desde el Ministerio de Educación, amenazando a la libertad. Inventando los hechos. Deformando el pasado.

Los padres de familia y los historiadores, deben oponerse a que “la historia” de Honduras, la escriba el gobierno. Porque de esa manera como ocurre con la que comentamos, se convierte en un relato que confirma que, frente al “golpe de Estado”, era inevitable el establecimiento del socialismo en Honduras. Es decir, condicionando en las mentes de las nuevas generaciones, un relato instrumental, para que se subordinen al servicio de los líderes “socialistas”, de espaldas a la voluntad de las mayorías; y, en contra de su libertad de conciencia. Obligando a los jóvenes a renunciar al ejercicio de su capacidad para pensar.

No se pueden educar a la juventud, bajo la enseñanza de “verdades oficiales”. Ello amenaza su libertad y el desarrollo de sus capacidades para entender la historia, asumiendo que los hechos, son parte de un proceso legitimado, en cuanto son hitos en la búsqueda de la libertad. O, rechazo a sus virtudes. No un ejercicio mecánico de sobrevivencia articulada. Sin libertad, no hay democracia que los autores oficiales, –inocente o deliberadamente–, quieren destruir negándole el derecho a pensar a las nuevas generaciones. La libertad de la juventud, debe ser defendida, evitando que sean empujados al despeñadero de la dictadura que, además, queda probado en el pasado, que no ha servido sino para consolidar el atraso y acelerar la pobreza nacional. (Juan Ramón Martínez)

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