Potenciando grupos musicales de cuerda de la región sur de Honduras
Por: Fredis Mateo Aguilar Herrera
Desde fines de los años 90, me he dado como tarea recuperar y potenciar el talento de los grupos artísticos musicales de cuerda la región sur de Honduras, que abarca municipios del departamento de Choluteca y Valle, municipios del sur de Francisco Morazán y suroeste de El Paraíso. En esta región del país, su riqueza de cultura musical tradicional, se ve disminuida a consecuencia que en la década de los 90, empieza la aparición de equipos de sonidos y discomóviles, que amenizaban las fiestas de pueblos, aldeas y caseríos, por tal razón tomamos la iniciativa de esta proyección artística, por identificarme con este tipo de música, por conocerla relativamente, por gustarme, apasionarme y amarla, por el hecho de haber nacido y crecido escuchándola en un lugar rural apartado del bullicio de las ciudades.
A efecto de la invasión de otro tipo de música, inició el desencanto y menosprecio por la música de cuerda en los mismos lugares donde tiene su origen, llegando al extremo que solo con equipos de sonido o discomóviles se bailaba y además de manera despectiva, en forma de burla y ofensiva se popularizó de las ciudades al campo el término “currunchunchun”, que dan entender que los músicos están dele y que dele y no pasan del mismo ritmo. Lo extraño es que las mismas áreas rurales donde tienen raíz estos grupos de cuerda, también se les llame “currunchunhún” y que la juventud le diera pena bailar al ritmo de ellos. Ahora que conocemos que este término “currunchunchun” lacera el arte de los grupos musicales de cuerda, debe ser repudiable e inaceptable por todas las personas y comunidades que proyectamos, apreciamos y valoramos este arte como patrimonio intangible de la cultura.
Algo curioso en la historia musical de cuerda, es que los músicos antes tocaban solos y amenizaban velorios o fiestas, también no estaban bien organizados y espontáneamente se juntaban de lugares cercanos y sin práctica alguna hacían sus tocadas en eventos festivos, sin embargo ahora están muy organizados como conjuntos musicales. A medida entramos a la década del 2000, varias personas, emisoras y televisoras promotoras de este tipo de música no desmayamos en continuar con este proyecto de recuperación e impulso de los grupos musicales de cuerda, que lo integran generalmente desde dos a ocho miembros y en caso extremo hasta 60 músicos de distintos lugares agrupados en la Orquesta Campesina de Choluteca.
Estos grupos musicales de cuerda comúnmente ejecutan violín, guitarra, contrabajo, guitarrón, quinto, vigüela, requinto, caramba, cuatro, trío, mandolina, banyo, charango, ukulele. A estos instrumentos de cuerda se les incorporan instrumentos de percusión, como maracas, claves o palillos, güiro, tambores, panderetas, congas o tumbas, también se les suman instrumentos de viento de acordeón y concertina. Muchos de estos instrumentos son hechos artesanalmente de maderas especiales de cedro, caoba, guanacaste, ocote, aceituno y jícaro, por ebanistas entendidos en la música en algunos lugares rurales de Honduras y otros instrumentos son comprados en casas comerciales que distribuye este tipo de industria musical.
A consecuencia de este tipo de promoción y aburrimiento de la música con equipos de sonido y discomóviles, fueron reapareciendo los grupos musicales de cuerda, por cierto hoy existen una gran cantidad. A partir del surgimiento de las redes sociales, actualmente hay algunas páginas de Facebook, también programas de televisión y radio, que promueven este tipo de música que alegra a miles de personas en hogares del campo, como también a muchos compatriotas afuera de nuestras fronteras patrias que se identifican con sus raíces musicales.
El rescate y fortalecimiento de grupos musicales de cuerda ha sido un trabajo arduo, puesto que recuperar lo perdido es aún más complejo de lo que se piensa, pero que se necesita más esfuerzo para continuar proyectando esta cultura musical, digna de valorar por el talento de la ejecución instrumental de manera natural y aprendizaje por si solo o transmitido de padres a hijos de generación de generación.
Esta riqueza cultural y tradicional de grupos musicales de cuerda en Honduras es diversa de acuerdo a las características regionales e influencia de musical de otros países. Los grupos musicales de cuerda se distinguen por su propio estilo, ritmo o por algunas similitudes, debido a que los músicos viajan y poco a poco van imitando. En algunas regiones hay más grupos musicales de cuerda que en otras, esto posiblemente por la influencia de varios factores socioculturales.
Pese a ser una herencia musical autóctona y patrimonio cultural de nuestros pueblos, no tiene el respaldo de la Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de los Pueblos de Honduras, demostrando así, su apatía y desinterés por arte y cultura nacional. Término con estos versos: A los conjuntos de cuerda los llevo en el corazón, cuando el violín trina su primera cuerda, yo me lleno de emoción, para tirar un zapatón.
