Encuentro con amigos fraternos

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6 de diciembre de 2023
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12:13 am
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Encuentro con amigos fraternos

Óscar Lanza Rosales

Del 17 de octubre al 7 de noviembre, disfruté de unas vacaciones visitando Monterrey, México, para conmemorar los 53 años de graduación con mis entrañables amigos y compañeros de generación. Posteriormente, me dirigí a Miami para celebrar las 7 décadas de vida de mi querida amiga Veva Lugo de Quant, acompañada de su esposo Mario, hijas y demás familiares, originarios de la histórica ciudad de Granada, Nicaragua.

Los regiomontanos, como se les conoce a los habitantes de Monterrey, organizaron una celebración memorable que inició el jueves con un encuentro informal para romper el hielo. En ese momento, compartí algunas anécdotas de mis primeros días en el Tecnológico de Monterrey, recordando cómo, debido a un retraso involuntario de un mes, me asignaron los profesores más exigentes, entre ellos Tomasito de Hoyos. Recordé las palabras de uno de ellos al enterarse de mi procedencia hondureña: “Aquí se va a meter en otras honduras”.

El viernes, visitamos nuestra alma mater para recibir una detallada presentación sobre la actualidad del Tecnológico de Monterrey con 31 campus, que comentaré en uno de mis futuros artículos en el 2024, para poner en perspectiva si “México es el futuro del Tec o el Tec es el futuro de México”. También disfrutamos de la sabiduría del ingeniero Octavio Herrera, quien filosofó en torno al progreso tecnológico, atribuyéndolo más a la observación e imaginación de los científicos que al mero conocimiento. La jornada concluyó con una cena en el restaurante El Lingote, ubicado en la antigua área de la Fundidora Monterrey, uno de los motores de la industrialización de esta ciudad, hoy convertida en un espacio de recreación. Durante la cena, tuvimos el privilegio de escuchar una conferencia sobre la situación económica de México por parte de un destacado profesional.

El sábado, cerramos la celebración con una misa de acción de gracias, almuerzo y una conferencia del reconocido escritor Armando Fuentes Aguirre, conocido como Catón, que, con su sabia labor periodística con buen humor, escribe para más de 150 diarios a sus paisanos sobre la realidad de su país. Estos eventos tuvieron lugar en un hermoso lugar llamado “Las Nubes”, cerca de Monterrey, conocido por ser escenario de bodas y eventos sociales destacados.

Realmente que disfruté todas estas festividades con mis amigos de Monterrey, y en especial con mis queridos amigos anfitriones, Manuel y Carmen Padilla, que me hicieron sentir como en mi casa.

En Miami, la experiencia fue igualmente gratificante. Destaco la celebración del cumpleaños especial de Veva, organizado por sus guapas e inteligentes cinco hijas, quienes se movilizaron desde diferentes lugares de Estados Unidos para festejarla en dos días grandiosos. Además, me alegró ver a Mario, esposo de Veva, enfrentando con fortaleza su enfermedad de Alzheimer gracias a su participación diaria en una escuela de adultos mayores.

La tercera satisfacción fue participar en la gran noche musical de la colonia nicaragüense en Miami, donde disfrutamos de la música de su consagrado cantautor Carlos Mejía Godoy, que popularizó hace algunos años, Quincho Barrilete y Son Tus Perjúmenes Mujer, y que ahora está aparentemente exilado en ese país, después de haber contribuido con su arte al triunfo de la Revolución sandinista en el siglo pasado, y que de acuerdo a un comentario de su libro “Y el verbo se hizo canto”, en el que manifiesta que “extrañamos tanto -refiriéndose a Carlos Fonseca Amador, fundador del frente sandinista- justamente cuando nuestra querida Nicaragua, va cayendo inexorablemente en un despeñadero”.

Este viaje me dejó dos lecciones para mis colegas de la tercera edad: la importancia del ejercicio diario -en vez de sentarse en un cómodo sillón a ver la televisión y quedarse dormido- y la necesidad de salir de casa, para socializar con los demás.

Como este viaje ha sido gratificante para consolidar la amistad, comparto con ustedes este párrafo, que encontré por ahí, desconociendo a su autor, pero que refleja el buen ánimo de mi espíritu en esos encuentros con amigos: “La vida en la tierra es un paso, el amor un espejismo -según autor- pero la amistad es un “hilo de oro” que solo se rompe con la muerte. ¿Tú sabes? La infancia pasa, la juventud la sigue, la vejez la reemplaza, la muerte la recoge. La más bella flor del mundo pierde su belleza, pero una amistad fiel dura para la eternidad. Vivir sin amigos es morir sin dejar recuerdos”.

Gracias amigos de Monterrey y Miami, como siempre, por sus finas atenciones. ¡Les mando un fuerte abrazo y todo mi cariño!

 [email protected]

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