CONTRACORRIENTE: Libre, el precio del éxito

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8 de diciembre de 2023
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12:03 am
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CONTRACORRIENTE: Libre, el precio del éxito

Por: Juan Ramón Martínez

Un partido tribal como Libre, no puede esconder sus “costuras” en tiempos de éxito. En las elecciones primarias, todos los que aspiraron, fuera de la tutela de “Mel”, están fuera del festín. Nelson Ávila, obtuvo más de 13% de los votos en las internas de Libre. Y ahora, Jorge Cálix, es la figura emblemática de la exclusión. La discontinuidad en su búsqueda de la presidencia del Congreso con apoyo del Partido Nacional; para después pactar con “Mel”, lo marcó para siempre. Aunque, perdonó a Cálix y le entregó migajas de poder, creyó -en la estructura mental del patrón ganadero- que, a cambio, se sometería; y que, no volvería a las andadas. Pero Jorge Cálix, sigue buscando la presidencia, convirtiéndose en el único dirigente de Libre que confía más en las bases partidarias que en la voluntad de “Mel”, que por designios celestiales, hace candidatos; inventa presidentes, y destruye vidas y carreras, sin que nadie le diga o haga nada en su contra. Un peso completo de la impunidad.

La campaña de desprestigio contra Cálix indica que en Libre no hay democracia interna; que prevalece la voluntad de “Mel”, por encima de todo. Porque si se quiere hacer carrera política hay que someterse a la lógica imperial de la “Familia”, para salir adelante. Cálix, es, contrario a Nelson Ávila, un hombre ambicioso; quiere ser presidente. Esta dispuesto a luchar por ello. La reacción que provoca en “Mel” y su entorno, busca aumentar la debilidad de Cálix para reducir su peligrosidad. Creen que, si no los detienen ahora, se corre el riesgo de metástasis que puede provocar en Libre, la pérdida de las próximas elecciones. El “Maximato” que representa “Mel” señala la ruta, determina el orden; y los frutos a recibir, por cada quien. Tal estilo, solo es aceptable por una conciencia rural; y por un político, sometido al patrón. No es el caso de Cálix. “Mel, para consolidar su fuerza, necesita figuras débiles que no gocen de autonomía; y, menos que provoquen simpatía entre la militancia. No acepta sombra alguna.

Su modelo favorito es Rixi Moncada: no tiene contacto con las bases, despierta la suspicacia de la empresa privada, tiene a los medios de comunicación en su contra; es muy discutible su idoneidad para la Presidencia de la República; y muestra una arrogancia natural, alimentada por cierta timidez originada en su sentimiento de frialdad y distanciamiento de sus orígenes. En términos valorativos provisionales, Moncada es hacia el exterior de Libre, la figura política que menos facilitaría alianzas con sector social alguno; y con menos virtudes para provocar el respaldo de las masas empobrecidas del país. En conclusión, su fuerza es su debilidad; y su dependencia del caudal político de “Mel”, solo le permite contar con el afecto de este, que como un “dios” tropical nervioso, crea santos; y distribuye virtudes, entre su feligresía particular. Derribando a los que se le oponen.

Moncada tiene, otro problema. Es mujer y luce muy subordinada a “Mel”. La experiencia de una dama presidente no es buena. Le deja en la boca, un sabor amargo a la ciudadanía. A Xiomara Castro, le ha faltado carácter e independencia. Extraña, su lejanía con el pueblo, lo que hace que el respaldo popular a Libre disminuya peligrosamente. Sienten que este gobierno es peor que el anterior. El machismo colectivo, -evidente en la cultura hondureña-, rechazará, votar por una persona sometida a las órdenes del “líder máximo”, que engañosamente, logra el continuismo que, tanto daño le ha hecho al país.

Cálix, exhibe muchas debilidades. No solo por sus hábitos privados, sino que por su falta de carácter. Tuvo la dirección del Congreso Nacional en sus manos; y al final, bajó la cabeza. Eso le hace poco confiable para la oposición que, difícilmente pactará nuevamente con él. Esto lo sabe “Mel”, el político más hábil. Más que JOH, Lobo, Flores, y Rosenthal. Está al nivel de Policarpo Bonilla, Carías, López; o, Zúñiga Augustinus. Es, jugador de grandes ligas. Cálix, es hombre de ambiciones; pero sin fuerza y carácter. Pelotero amateur.

Finalmente, la fragilidad de Libre, es gerontológica. “Mel”, está envejeciendo. Y una vez que su figura haga mutis en el foro, Libre iniciará su desaparición. El Partido Liberal Republicano, desapareció cuando murió Policarpo Bonilla; el MNR, cuando Gálvez y Williams, perdieron su fuerza. Sin “Mel”, desaparecerá Libre.

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