Nunca es tarde para hacerlo distinto

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8 de diciembre de 2023
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12:05 am
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Nunca es tarde para hacerlo distinto

Por: German Edgardo Leitzelar Hernández*

Son innumerables las ocasiones en que hemos pensado que habíamos tocado fondo, más en la evolución hacia cada nuevo gobierno (con algunas excepciones), nuestra clase política siendo muy creativa, es capaz de reinventar y presentar siempre nuevas alternativas para alcanzar nuevos niveles o conceptos de lo que significa tocar fondo, lo que lamentablemente implica que somos capaces siempre de hundirnos un poco más.

Usando más o menos las mismas palabras, ya sea escritas de manera distinta o de manera igual, con diferencia de tono o con discursos distintos sin serlo, las campañas prometen luchar contra la corrupción o nepotismo, dar salud y medicinas en hospitales, educación y libros en las escuelas, canasta básica al alcance de todos, control de precios, creación de puestos de trabajo, políticas transparentes y pletóricas de democracia y que atraerán a más y nuevos inversionistas tanto nacionales como extranjeros, dicho de manera amplia discursos y panfletos que prometen paz y desarrollo.

El pueblo ha creído siempre en los discursos y promesas que basados en el pacto social llamado (constitución ya reescrito en muchas ocasiones), y les ha confiado las riendas del Estado siempre basado en un esperanza que se ha ido desmoronando y convirtiendo en una mera necesidad de sustituir gobiernos, ya basados en el cansancio que se ha ido acumulando a lo largo de abusos cada vez más graves en cada administración, y deseando un nuevo porvenir que ha sido siempre ofrecido por cada nuevo candidato que se cree sinónimo de ser el salvador de turno.

Así pues, de una u otra forma todos confiamos que finalmente el siguiente mandatario será quien: sacaría adelante al país, unificaría a la familia hondureña y construirá la patria deseada por todos y aunque todo votante espera de su gobierno éxito en su gestión para sumar un triunfo para todos los hondureños, la práctica ha demostrado que las rivalidades políticas gestionan algo muy distinto.

Sabemos que continuar haciendo lo mismo solo repetirá los mismos resultados. Una salida que en nuestro medio sería novedosa, podría ser la de comenzar a educar a la nación, pero claro, parece que esta idea no es prioridad para los que llegan para administrar nuestros destinos, por ello quizás deberíamos tratar nosotros mismos como ciudadanos al menos intentar educarnos a nosotros mismos, haciendo uso adecuado de la facultad de leer para los que hemos sido enseñados a hacerlo, pero en un sentido más amplio y profundo, empezando por apropiarnos de nuestra historia, para revertir aquella frase que dice: “Quien no conoce su historia, está condenado a repetirla”.

La realidad que se nos ha entregado en los últimos 43 años de vida democrática ha sido, fuera de las excepciones que siempre existen, un balance general que fue distinto a lo esperado, y, en definitiva, una muy dura, amarga y cada vez más desesperanzadora realidad en especial para los pobres.

Actualmente, abastecer hospitales y centros de salud con medicinas y equipo quirúrgico, respetar la Constitución y las leyes, respeto a la separación de poderes y un funcionamiento armonioso de estos en favor de las mayorías, es solo un deseo y un sueño colectivo, porque las metodologías impregnadas de egos desmedidos y agendas particulares de grupos de poder nuevo o antiguo, solo generan confrontaciones estériles en donde los actos de administración se vuelven solo golpes de administración del que puede. No obstante, aún no es tarde para dar un golpe de poder distinto en la mesa de la hondureñidad, un golpe de poder donde se diga: podemos actuar distinto y darle a honduras otra dirección.

La brecha entre países desarrollados y en desarrollo se da esencialmente en áreas económicas, sociales y políticas, influyendo en los niveles de vida y en la posición global e influencia de cada nación. La diversificación de ingresos con sectores como tecnología e industria versus depender de sectores primarios o materias primas sin valor agregado, atención a la infraestructura, la creación de sistemas eficientes, facilitar comercio e innovación, así como educación y salud; el desarrollo viene de invertir fortaleciendo estos aspectos de innovación y productividad, el subdesarrollo enfrenta desafíos en estas áreas y si seguimos descalificando nuestro potencial humano y no mejoramos gobernanza y estabilidad política no se generaran espacios de inversión y desarrollo, obstaculizando el progreso.

En verdad que no trabajamos mucho de lo anterior, por eso mejor unifiquemos a la familia hondureña, no continuemos haciendo lo contrario, aun es tiempo de que rectifiquemos todos y actuemos dentro del ámbito democrático, por el bien de Honduras.

“EN ESTA TEMPORADA, PROPICIEMOS LOGRAR ESO COMO PAÍS”

*Abogado laboralista independiente.

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