El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, aseguró que «la violencia no tiene sitio en el deporte, ni en la sociedad», y pidió a las autoridades que garanticen la seguridad de todos los que participan en el fútbol, tras los sucesos ocurridos en la Superliga turca, suspendida por la agresión a un árbitro tras un partido.
«No hay sitio en absoluto para la violencia en el fútbol, dentro o fuera del campo. Los sucesos tras el partido de la Superliga turca entre el Ankaragücü y el Rizespor son totalmente inaceptables y no tienen cabida en nuestro deporte, ni en la sociedad», afirmó.