La historia épica humanista de grandes hombres!
Por: Gustavo Adolfo Milla Bermúdez
“La historia es la única que registra y es la encargada de escribir las páginas de la vida de los grandes hombres humanistas que dejaron hullas de amor en el pensamiento y en el corazón de varios seres que recibieron de las manos de nobleza la ayuda que se desprendía como granito de arena sin esperar nada a cambio. Fueron grandes seres humanos que sentían el dolor de los demás. Fueron hombres que tallaron con el cincel en sus manos esculpían y fraguaban su amor a los demás. Y pasaron por este espacio que Dios les dio en este valle de amor y sufrimiento. Así está compuesto el mundo en que vivimos constantemente con fe y esperanzas por un nuevo día que añoramos que será mejor.
Yo doy fe y testimonio de los grandes hombres de ayer que nacieron para servir al ser humano como es parte de la humanidad. Si la vida es apenas lo que nosotros queremos ser, según lo que seamos capaces para dejarnos dominar por las cosas. A penas si queremos resumir todo esto lo que es el hombre que se merece como cosa paradójica: fácil o difícil de comprender.
La historia se engalana en sus nombres y sus virtudes misteriosas que se escapan y se hacen despertar fundidos en la inmortalidad luminosa de corazones que no los olvidarán jamás, las cenizas inmaculadas de los grandes hombres héroes que hoy se visten ante la gloria de Dios y se alzan del fondo de las grietas de esa tumba todo el ciclón de sus luchas de la vida que fueron su fuerza pasional.
Hoy esgrimo mi pluma con recuerdos épicos de mis mejores amigos que recuerdo con mucho amor: a don Horacio y a su hermano don Felipe Elvir Rojas me quisieron con amor; don Andrés Víctor Artiles, se entregó en defensa de la masa trabajadora con ahínco y amor, a don Ubodoro Arriaga Iraeta (fue bastión, nervio y guía de la clase campesina y fue un hombre honrado y humanista). Don Arnulfo Gutiérrez, hombre de banca que resolvió el problema a los demás. Otro entre los grandes hombres con mucha estirpe don Óscar A. Flores, hombre de muchas luchas. Entre ellos figura José Ramón Adolfo Villeda Morales, defensor de la democracia y la libertad, (fue un ciudadano probo). Toda esa marejada de hombres ilustres y humanistas que recuerdo con mucho amor y respeto. “El hombre cuando arrima su cuerpo al fuego es cuando su alma se hace “hervir” y, es cuando su corazón se entrega con amor a los demás con pan en sus manos.
Estos grandes hombres quedaron fundidos en el corazón de los que les conocieron y quedaron esculpidos en el mármol ante la historia y subieron al cielo con mirajes de amor.
La historia es la encargada de no olvidar a esos grandes héroes humanista del ayer y lo harán los tiempos para que vivan en nuestros corazones hasta la eternidad; siendo que la luz es infinita, la luz es eterna donde estos grandes hombres gravitan cerca muy cerca de DIOS. Aleluya.
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