Por: Marcio Enrique Sierra Mejía
Al elegir diputados para que se desempeñen en el Congreso Nacional y nos representen, asumimos que estos favorecerían el interés general de la ciudadanía, empero lo que estamos viendo, es un comportamiento enfocado en legislar para proteger los intereses políticos particulares de la cúpula gobernante.
Los legisladores socialistas, legislan en función de crear condiciones que permitan la instauración del Estado socialista, siguiendo línea política con asesoría externa marxista radical, mientras que los legisladores de oposición de derecha, prácticamente están anulados con relación a las iniciativas legislativa que impliquen cambios al curso de la agenda del Poder Ejecutivo.
La parálisis legislativa no es más que el reflejo político de la conducción legislativa amañada que, se ha plegado al afán desmedido del Poder Ejecutivo, empeñados en tener el control absoluto de órganos del Estado, necesarios para fortalecer el sistema de dominación que el Partido Libre busca imponer.
La tal independencia de poderes ha dejado de existir y, lo que ahora tenemos, es una forma de gobierno autoritaria muy cercana a la dictadura que va ejecutando procesos políticos inapropiados, a fin de lograr una democracia antidemocrática y lejana de ser participativa.
Los diputados van actuando en función de sus propios intereses políticos particulares de poder, unos para imponer el régimen de gobierno a la medida del Partido Libre y, otros para evitar la persecución política, concediendo la anuencia funcional de la asamblea legislativa y suspendiendo la postura política que mantenía, a la asamblea estancada y, prácticamente, caída en una dinámica fallida.
¡Hay que decirlo!
El Congreso Nacional está intervenido por el Poder Ejecutivo y los diputados han perdido la independencia legislativa, además, son sometidos a negociaciones impuestas por el coordinador del Partido Libre, bajo condiciones de persecución políticas que amilanan la firmeza opositora. Por ejemplo, en el caso de los nacionalistas los diputados prefieren ceder en las negociaciones, antes de verse enfrentados, en procesos judiciales completamente parcializados y controlados políticamente.
En el país, los socialistas aplican una estrategia de dominación que busca aplastar al Partido Nacional y, para lograrlo, el fin justifica los medios. Y si amenazándoles con medidas de persecución política les sirve para debilitarlos o destruirlos totalmente, lo harán cuantas veces se requiera. Y, las consecuencias internas de estas acciones, van a causar en el nacionalismo divisiones propicias para generar fracturas políticas que, a mediano plazo, harán fracasar los planes de compactación necesarios para realizar las tareas de índole electoral. Hasta ahora, no hay unidad integral consolidada de las bases del nacionalismo. Asimismo, con el Partido Liberal negocian posiciones en el engranaje de los aparatos de control electoral y otros posicionamientos que, les reditúen económicamente a los líderes liberales plegados al coordinador de Libre.
Hay más que desconocemos pero que estamos seguros, tienen establecidos en la agenda los asesores internacionales del Partido Libre.
Diputados para diputados, es una manera de calificar lo que está ocurriendo en el Congreso Nacional con los opositores antisocialistas. De continuar este tipo de dinámica en el ámbito legislativo, la oposición de derecha pierde y los partidos políticos no lograran unirse, alrededor de una plataforma que haga posible un triunfo electoral en las inminentes elecciones de 2025.
