Navidad, una conspiración de amor

MA
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19 de diciembre de 2023
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12:49 am
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Navidad, una conspiración de amor

En los grupos de apoyo y tertulia semanal, repasábamos dos escritos anónimos atinentes al corriente mes del año y a las fiestas de Navidad y Año Nuevo próximos a celebrar, y que hoy deseo compartir con tan feliz ocasión. “Y sin darnos cuenta, –dice el primero-, llegó diciembre, el último mes del año. El mes por excelencia en el que echamos la vista atrás y nos paramos a pensar en todo lo que ha sucedido… y en lo que no. Porque diciembre es el mes de la nostalgia, de reencuentros con familia y amigos. De hacer balance de lo vivido, de pararnos a pensar lo mucho que ha cambiado nuestra vida en un año… Nos replanteamos todo lo vivido… la gente que ha estado a nuestro lado… la que sigue estando, y la que ya no lo está. Los momentos en los que creíamos que no podíamos más, y los momentos en los que creíamos poder comernos el mundo. Los enfados, pero también los abrazos de reconciliación. Los planes improvisados. Las incontables horas pasadas junto a las personas que forman nuestra vida.

Pero también diciembre es el mes de la esperanza, de las ilusiones y de las alegrías, el del futuro. El futuro, donde depositamos todos nuestros sueños y anhelos… donde el 1 de enero comenzamos a escribir otro capítulo de nuestra vida que esperamos que sea maravilloso. Donde todos los propósitos de Año Nuevo caben. El futuro que, esperamos, nos albergue momentos mágicos, nos depare gente y momentos nuevos. Y… que también nos guarde a aquellas personas que tanto amamos y necesitamos a nuestro lado. Centrémonos en este bonito nostálgico mes, disfrutar de la compañía y de los pequeños momentos bajo las luces de Navidad. Y en enero comenzar a escribir otras 365 páginas que formen el mejor libro de nuestra vida. Bendita sea la fecha que une a todo el mundo en una conspiración de amor”.

Mientras tanto, el segundo escrito, arropado en el título de una antigua oración portuguesa, glorifica peticiones al presente mes, al señalar “cuando le pidas algo a diciembre, pídele que te traiga regalos que no se vendan en las tiendas: un “me gustas mucho”, un “gracias por existir”, un “estoy aquí para ti siempre”. Cuando le pidas algo a diciembre, pídele que te traiga abrazos apretados, carcajadas fuertes, regazo de quienes más quieres, manos tomadas todo el año, hombros que te sostengan en corazones donde vivir sin fecha de caducidad. Cuando le pidas algo a diciembre, pídele que te traiga ojos que brillen por ti y para ti, palabras que te protejan y cuiden como el sol en los días fríos, las pequeñeces que valen todo en la vida, lo esencial que ocupa, sin pesar, el lado izquierdo del pecho y la levadura de la alegría que hace que la vida valga la pena. Cuando le pidas algo a diciembre, pídele que te enseñe a vivir con el corazón abierto y creer -así como así- que hay una luz al final del túnel para cada oscuridad que tengas que enfrentar.

¿Y qué quieres que te traiga el año venidero? Nada, no quiero que me traiga nada, lo único que quiero es que no se lleve lo que ya tengo, que no se lleve el techo que nos cobija, el plato que nos alimenta, la manta que nos abriga, la luz que nos ilumina, la sonrisa de mis hijos, la salud como tesoro, el trabajo como sustento, la amistad, la compañía, los abrazos, las caricias, los “te quiero”, los “te amo”, los besos… que no se lleve los sueños ni los trocitos del corazón que lo forman cada persona que llevo ahí dentro”. ¡Qué así sea!

J.J. Pérez López

Barrio El Manchén

Tegucigalpa, M.D.C.

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