Edilberto Zegarra Ballón, puente del periodismo hondureño-peruano

Por: Jorge Raffo*

“Mitológica raza fuerte como la piedra
que levantaste un día el gran Sacsahuamán
-fortaleza que hoy lame la trepadora hiedra
Cubriendo heroicas huellas que todavía están-.
¡Es Cahuide tu símbolo!…que el indio no se arredra
ante el bárbaro empuje para vencer su afán,
ni tiembla del taimado que solapado medra
porque lleva en sus venas la sangre de un Titán.

Mitológica raza, de la América orgullo,
que antes de ser América era Tahuantisuyo,
-aquel imperio grande asombro de Colón…

¡Mitológica raza, fuerte, noble y grande,
que llevas en tu genio la soberbia del Ande,
el empuje del rayo y el poder del ciclón!”.

Versos que pertenecen al poema “Emoción Incaica” del poeta cusqueño Carlos Espinoza publicado el 5 de marzo de 1926 (Revista Mundial No. 299) en homenaje al periodista Edilberto Zegarra Ballón saludando la dimensión internacional de su diario al expandirse hacia Centroamérica aprovechando las nuevas rutas navieras de la “Pacific Steam Navigation Company” (PSNC) lo que, en 1930, le valdría el reconocimiento del Congreso peruano (Sainte, 1945; Garayar, 2003).

El investigador Eguíluz Menéndez (2018) señala que Zegarra Ballón (1867-1957) se dedicó al periodismo en edad temprana. Terminada la escuela y luego de haber ganado premios por su cuidada redacción, “se embarcó en el trabajo de periodista en el diario “La Bolsa” y luego hacia 1890, en la redacción de la “Revista del Sur” ocupándose de temas económicos y del desarrollo nacionales”. En 1904, juntamente con su hermano Ismael y los intelectuales Manuel Trinidad Arizpe, Alberto Ulloa y Rodolfo Valdez se lanzaron al proyecto de fundar un diario y así nació “El Pueblo” en Arequipa -ciudad al sur del Perú- cuyo primer número apareció el 1 de enero de 1905 y que, 118 años después, sigue en circulación con un tiraje de 70 mil ejemplares diarios.

Hacia 1920 “El Pueblo” había desarrollado una alianza con la PSNC de modo que el diario estaba a disposición de los pasajeros en la travesía del Perú a Centroamérica, es decir, formaba parte de la selección de periódicos internacionales de la naviera. La PSNC cubría la ruta con los vapores “Acajutla”, “Salvador” y “Jamaica” y los vapores correos “Oropesa”, “Oroya”, “Ebro” y “Essequibo” que zarpaban en turnos desde el Callao.

Zegarra Ballón se sintió interesado por Honduras cuando conoció de las peripecias del héroe peruano Leoncio Prado y de su encuentro con el presidente Marco Aurelio Soto quien lo protegió al negarse a entregarlo a la escuadra española que lo perseguía por su apoyo a la causa independentista cubana. La estrategia de Zegarra Ballón para lograr suscriptores centroamericanos, particularmente hondureños, apuntó a despertar el interés de las comunidades extranjeras radicadas en esos países. Así, noticias sobre la Sociedad Cannotieri Italia (1926) que organizaba regatas y raid acuáticos en el distrito de La Punta en la ciudad de Lima, eran publicaciones frecuentes, como también lo eran las notas sociales sobre eventos diplomáticos como los protagonizados por el embajador japonés Yamasaki, el embajador argentino Levillier o el británico, las notas del corresponsal Ernesto More sobre el Canal de Panamá, las notas biográficas de las actrices cinematográficas del momento como Mary Pickford o reseñas curiosas como la gira artística de la troupe “Coros Ukranianos” de Nicola Loutchinski (mayo 1926). No faltaban las páginas culturales dedicadas, por ejemplo, a la gira del tenor peruano Augusto Soto acompañado por la actriz Eloisa Iturrat y, una innovación para ese momento, la sección gastronómica con recetas de postres peruanos e internacionales como los “cakes rellenos” de la época.

El experimento de expansión duró tres años hasta que el “crack” de 1929 afectó la cadena de suscripciones que obligaron al diario peruano a un repliegue sobre sus fronteras locales.

Además de periodista Edilberto incursionó en la poesía. Eguíluz Menéndez (2018) consigna que “en 1889 (apareció) su primer poemario “Siete Cantos”. Posteriormente fue miembro del Club Literario de Arequipa donde en una solemne actuación del 2 de mayo de 1891, recitó su poema “Canto del Alma” que le mereció elogios y su publicación en “El Álbum”, revista de aquella Institución”. En 1903 publicó el poemario “Espontáneas” que contenía noventa y seis de sus creaciones. Sin embargo, se considera que su principal logro fue su intento de hermanar el periodismo inca y el centroamericano; primero con la presencia de su diario en la región y, luego, ofreciendo espacios para recibir colaboraciones locales que permitieran a sus lectores peruanos el conocimiento de una parte del continente con el que se habían disipado los contactos.

*Embajador del Perú en Guatemala.