La gesta cívica de Froylán Turcios y la guerra de 1924

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22 de diciembre de 2023
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12:04 am
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La gesta cívica de Froylán Turcios y la guerra de 1924

¿Vuelven los oscuros malandrines del 80?

Por: Óscar Armando Valladares

El año entrante -2024- rubricará su importancia por lo que habrá de darse en lo político, económico y social, y ser el escenario evocativo de hechos históricos acontecidos hace 100 años. Derivada en gran medida de acciones y decisiones nefastas para el país, perpetradas en 12 años de regímenes corruptos, la situación nacional es, a lo menos, vacilante e incierta, como decía de su tiempo el ínclito Morazán. Un gobierno ocupado en cumplir dificultosamente la gestión pública asumida, y una oposición -con fuerte obediencia foránea- empeñada en llevarle la contra, seguirá -de enero a diciembre- en sus propósitos solventes y disolventes, o atenuarán diferencias y amenazas por conveniencias político-partidarias y consejos disuasivos de la “Embajada”.

Lo cierto es que, en 2024, se cumplirán 100 años de la guerra civil devenida de un bipartidismo montonero, merodeada por el enclave bananero de la costa norte y vigilada por la política infaltable del imperio. Fue esta una hecatombe desastrosa: en número de combatientes fallecidos, en víctimas inocentes bombardeadas, en edificios públicos e inmuebles privados derruidos, en pérdidas económicas a granel. Empero, de tan terrible suceso emergió la espada del patriotismo hondureño que empuñó Froylán Turcios, al frente de una camada unida en el deseo de romper lanzas por la dignidad de los lares pisoteados.

Culminaba el gobierno del general Rafael López Gutiérrez, administración liberal no exenta de desaciertos, como el de haber traspasado onerosamente el ferrocarril nacional a la Cuyamel Fruit Company, propiedad del judío Samuel Zemurray -el “hombre banana”, según se decía-; además, el régimen era asediado por una oposición conservadora, bajo el mando del General Tiburcio Carías Andino, candidato presidencial nacionalista para los comicios de 1923 y en los que asimismo participarían -fuertemente divididos- los liberales Juan Ángel Arias y Policarpo Bonilla. Celebrada la consulta, los resultados no arrojaron mayoría absoluta en favor de ninguno, y aunque Carías obtuvo más sufragios el asunto pasó al Congreso Nacional. Instalado en enero de 2024, inició sus sesiones con su junta directiva de seis miembros -dos por cada facción-. En la sesión del día 28 se procuró la elección del presidente y vicepresidente del país, sin resolverse nada en concreto, inclusive con la intervención “amigable” -en los días subsiguientes- del ministro estadounidense Franklin E. Morales.

Llegó el 31 de enero, y, al no haber “un funcionario a quien entregar la presidencia”, López Gutiérrez asumió todos los poderes del Estado, ejerciéndolos discrecionalmente y quedando “en suspenso el imperio de la Constitución”. Carías Andino y sus partidarios apelaron a las armas, iniciándose la tristemente afamada guerra civil del 24 y, con ella, la injerencia armada y diplomática de Estados Unidos. Poco después, el anciano y efímero dictador dio su último suspiro, exactamente el 10 de marzo, fecha en que el Consejo de Ministros pasó a ejercer el mando del Ejecutivo.

Jefeado por los generales intibucanos Vicente Tosta y Gregorio Ferrera, el movimiento armado sitió la ciudad capital. “Todo se volvió precario -escribió el periodista y político Lucas Paredes, y adujo a renglón seguido: “El ministro norteamericano, señor Morales, pidió al comando del crucero Milwaukee -surto en aguas del Golfo de Fonseca-, el envió de fuerzas armados, y el 19 de marzo, a las 11 de la mañana, entraron a Tegucigalpa, al paso militar, 200 marinos con su bandera desplegada v debidamente armados”.

Entonces, el grito de Froylán Turcios se alzó entre el fuego y el estruendo del cañoneo proveniente de los cerros El Picacho, Juana Laínez, El Berrinche, Sipile y de otros puntos defensivos y ofensivos. La cruzada antiimperialista -recogida en el Boletín de la Defensa Nacional- se mantuvo mientras persistió la presencia arbitraria de la tropa yanqui.

El gobierno que propugna la refundación de Honduras y los sectores cívicos y sociales tienen la oportunidad de recordar y enaltecer -a principios de año- la conducta rectilínea del escritor Turcios, Visitación Padilla, Rafael Díaz Chávez y demás ciudadanos, a quienes tocó volver por los fueros del decoro, la soberanía e integridad de la patria en el año centenario de 1924.

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