José María Leiva Leiva
“Indiana Jones y el dial del destino” (2023), es la quinta y última película de la saga de Indiana Jones. Dirigida por James Mangold, conocido por haber dirigido la película “The Wolverine” (2013) y su secuela “Logan” (2017), ambas pertenecientes a la serie de películas de X-Men. Se trata del único film de la franquicia que no ha sido dirigido por Steven Spielberg ni escrito por George Lucas, si bien ambos fueron productores ejecutivos. En el filme nos sumergimos en una aventura que mezcla hechos históricos con la fantasía característica de la saga.
En esta última entrega, Harrison Ford (el legendario héroe-arqueólogo Indiana Jones), aporta una mezcla de experiencia y nostalgia, ofreciendo una actuación que es tanto un adiós como un tributo a su legado, enfrentando su propia obsolescencia y desafiando los límites del tiempo. Todo comienza en 1944 durante la liberación aliada de Europa, y vemos a Indiana Jones capturado por los nazis mientras intenta recuperar la lanza de Longino robada por los alemanes. Lanza con la que un soldado romano, llamado Longino según un texto bíblico apócrifo, atravesó el cuerpo de Jesús cuando estaba en la cruz.
Al mismo tiempo, el astrofísico alemán Jürgen Voller (interpretado por Mads Mikkelsen) informa a sus superiores que ha encontrado el dial del destino, una versión fantástica del mecanismo de Anticitera, el cual, según dice, fue inventado por el matemático griego Arquímedes y permite localizar fisuras en el tiempo. En el fragor de la lucha, Jones escapa y aborda un tren lleno de antigüedades saqueadas por los nazis. Después de determinar que la lanza es falsa, Jones se apodera del dial y escapa del tren antes de que descarrile, en compañía de Basil Shaw (Toby Jones), un arqueólogo de la Universidad de Oxford, que vive obsesionado con el preciado objeto encontrado.
En esta introducción, sorprendentemente Indiana Jones es caracterizado por Anthony Ingruber, un actor de doblaje e imitador australiano, utilizando escenas en las que se insertaron imágenes generadas por un sistema de Inteligencia Artificial, con el aspecto de Harrison Ford más joven. Enseguida, la trama nos sitúa a finales de la década de 1960, donde Indy, alejado de las aventuras de su juventud, está próximo a jubilarse como docente universitario.
Pero su tranquilidad se tambalea en el momento en que aparece en su vida Helena “Wombat” Shaw, hija de Basil y ahijada suya, estudiante de arqueología y cazadora de tesoros interpretada por Phoebe Waller-Bridge, una talentosa actriz y guionista británica, conocida por haber creado, escrito y protagonizado las comedias dramáticas de televisión “Crashing” (2016) y “Fleabag” (2016-2019), y por haber desarrollado y escrito la serie televisiva dramática de la BBC “Killing Eve” (2018-2022), basado en las novelas de Luke Jennings.
En seguida Indy y Helena se verán envueltos en una trama que involucra también al reaparecido Jürgen Voller, que acaba de fichar la NASA para el programa de alunizaje, como parte de un programa conocido en la vida real como “Operación Paperclip realizado por el Servicio de Inteligencia Militar de los Estados Unidos para extraer de Alemania científicos nazis especializados en las llamadas Armas Maravillosas del Tercer Reich, como cohetes, armas químicas y experimentación médica tras la caída del régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial”. Wikipedia.
Los tres se muestran interesados en el Dial del Destino, pero por distintos motivos. Indy porque las piezas sean parte de un museo arqueológico, Helena por venderlas al mejor postor, y Voller con una obsesión que tiene una base mucho más pérfida: regresar al apogeo del Tercer Reich para ocupar el puesto de Hitler y, con la información que ya posee, revertir el curso de la historia ganando la Segunda Guerra Mundial.
Por último, destacar que la película alcanza su clímax con la recreación de otro evento histórico real acontecido en 214-212 a. C., el Asedio de Siracusa, la ciudad-estado griega situada en la costa oriental de Sicilia, por parte de los romanos. “Durante el asedio, la ciudad fue defendida con las armas que desarrolló Arquímedes, el gran matemático griego. En este punto, la película mezcla hábilmente la historia con la fantasía, llevando a Indiana a un pasado distante donde se encuentra con Arquímedes trabajando en el Dial del Destino. Aunque la presencia de Jones en este acontecimiento es pura ficción, la representación del asedio aporta un toque de autenticidad a la narrativa”. Indiana Jones y el dial del destino, se puede ver en la plataforma de Disney +. Vale la pena.
