Cientos de capitalinos se desplazaron a las partes altas de la capital de manera particular en la zona de El Picacho, para apreciar en su máximo esplendor todo el espectáculo de la quema de pólvora.
Por más campañas y prohibiciones en contra de la venta y uso de pólvora, Tegucigalpa, para no variar la costumbre, así como en el resto del país, de nueva cuenta tronó en la Nochebuena.
En Honduras, la explosión de petardos y luces artificiales en esta temporada, es ancestral y tradicional; al grado tal que hay un adagio que dice que “una Navidad hondureña sin pólvora, es como un jardín sin flores”.
Quizá por eso, los hondureños, pese a las ordenanzas municipales de prohibir la venta y uso de pólvora, salieron a las calles para lanzar fuegos artificiales y quemar la pólvora que adquirieron para dar la bienvenida a la Navidad que recuerda el nacimiento del Niño Jesús.
En las redes sociales y en distintos medios de comunicación, desde las primeras horas de la noche del 24 de diciembre, informaban que, tanto en Tegucigalpa como en el resto del país, se dan esporádicas explosiones de petardos y de las atractivas luces multicolores o fuegos artificiales.
Cientos de capitalinos se desplazaron a las partes altas de la capital de manera particular en la zona de El Picacho, para apreciar en su máximo esplendor todo el espectáculo de la quema de pólvora.
Hasta la mañana de ayer no se reportaban niños o adultos quemados por pólvora, pero sí la muerte de una joven mujer en la colonia Nueva Capital, quien según informes fue apuñalada por un vecino que se enfureció por hacer explotar un mortero frente a su vivienda. (JS)
