Bandas de asaltantes hace sus “pascuas” con enfermos en el HE

MA
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26 de diciembre de 2023
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03:33 am
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Bandas de asaltantes hace sus “pascuas” con enfermos en el HE

Marco Tulio Miranda, un humilde caficultor, fue víctima de las bandas de asaltantes que operan en los alrededores y dentro del Hospital Escuela y Materno Infantil.

La temporada navideña y vísperas de Nochebuena ha desatado que bandas organizadas de asaltantes se activen en distintos puntos del país, siendo identificada una de las más peligrosas que opera a sus anchas en las afueras y dentro de las instalaciones del Hospital Escuela, ubicado en el centro de la capital.

Grupos delictivos conformados por al menos cinco personas merodean diariamente a personas que buscan atención médica en el máximo centro asistencial del país, todos especializados en embaucar humildes personas que viajan desde el interior del país, para recibir asistencia médica o atender citas.

Una de esas bandas de asaltantes que delinque en los alrededores del Hospital Escuela Universitario ya ha sido identificada por personal de seguridad del centro asistencial.

La organización delictiva está integrada por tres hombres y dos mujeres que se dedican a despojar de sus pertenencias a pacientes, visitas y empleados del sanatorio.

Según algunas investigaciones realizadas por Diario LA TRIBUNA, una de la banda de asaltantes se denomina “Los Gancheros”.

Los facinerosos tienen como modus operandi, destacarse en los portones de acceso al sanatorio y entre la muchedumbre de personas que quieren ingresar al Hospital Escuela, para visitar a familiares enfermos.

Como vigilas, los delincuentes merodean en los portones, entradas a clínicas y laboratorios, siempre tratando de observar y escuchar los nombres de las personas que quieren ver las visitas hospitalarias.

HUMILDES

El máximo centro asistencial del país se ha convertido en albergue de bandas de asaltantes, embaucadores, estafadores y timadores.

Cuando ya han identificado y grabado en sus mentes los nombres de los pacientes, los maleantes se acercan a las visitas y haciéndose pasar como personal hospitalario ofrecen sus buenos servicios para ayudar a ingresar al desesperado visitante.

Ya en confianza con la víctima, los malvivientes llevan a sectores solitarios dentro y fuera del hospital.

En un descuido, los delincuentes despojan de sus pertenencias a los visitantes. Otra de las astucias es que los estafadores le solicitan ciertas cantidades de dinero a las víctimas, para ir a realizar documentaciones médicas.

Entregado el dinero, es la última vez que el embaucado ve con vida a su atracador.

Fue el caso de un humilde caficultor que llegó la semana anterior a acompañar a su longevo padre, quien iba a ser operado de emergencia por padecer una apendicitis que agobia sus últimos días de vida.

Desde su natal pueblo de Gracias, departamento de Lempira, Marco Tulio Miranda, llegó junto a su padre al Hospital Escuela, donde sería intervenido por la dolorosa enfermedad.

Su hijo como buen vástago lo acompañó, pero tras ser ingresado el enfermo, su cercano acompañante se quedó fuera del centro asistencial, para un día después realizar la respectiva visita hospitalaria.

ROBA MOCHILAS

Autoridades hospitalarias, pacientes y visitas exigen mayor presencia policial en la zona de la salud de la capital.

Todo este ingreso era observado sigilosamente por uno de los miembros de la banda de “Los Gancheros’’.

Según Miranda, al día siguiente del ingreso de su padre al centro hospitalario, él se encontraba preocupado en las afueras de la sala de emergencias para adultos del Hospital Escuela, porque no tenía noticias de su padre y no sabía del estado de salud de su cercano pariente.

Horas estuvo tratando de activar una tarjeta para visitantes, con resultados negativos.

En horas del mediodía, un hombre de aproximadamente 60 años de edad se le acercó y le pregunto si era pariente de Miranda, un hombre que estaba hospitalizado en el cuarto piso.

“Sin tapujos me dijo que la doctora que atendía al señor Víctor Miranda (papá de la víctima) me necesitaba de urgencia a dentro del hospital, por lo que era necesario que sacara el permiso de visitas”, amplió.

Seguidamente “ese viejo me llevó para el portón de abajo (Materno Infantil), y ahí me dijo que pusiera la mochila en el piso, y apúrate anda saca el papel a esa ventanilla que ya hablé con ellos para que te den ese permiso”, recordó.

CINCO ASALTOS A LA SEMANA

Las bandas de asaltantes están conformadas por al menos cinco personas que acechan a pacientes y visitas hospitalarias, para robarles sus pertenencias.

“Apenas di la vuelta para sacar ese papel, solo sentí el soplón y cuando acorde ya iba en carrera con mi mochila, con rumbo al estadio Nacional, lamentó el asaltado.

La víctima del asalto indicó que en la mochila andaba escondidos unos 5 mil 500 lempiras, para gastos por mientras operaban a su padre de unos 72 años de edad.

Además, le robaron dos teléfonos celulares que ocupaba para mantenerse intercomunicado con sus demás parientes, oriundos de la zona occidental del país.

Como el caso de este campesino, según las mismas autoridades hospitalarias, semanalmente se reportan unos cinco asaltos al interior del máximo centro asistencial del país.

Todos los casos han sido reportados por autoridades hospitalarias, pero en el Ministerio Público en anteriores ocasiones les han informado que como institución no les corresponde interponer ese tipo de denuncias, sino al asaltado o víctima de la banda de asaltantes.

POR FALTA DE DENUNCIAS

Los asaltantes se mezclan entre la muchedumbre en busca de víctimas.

Por tal razón, los asaltantes atrapados a los días son puestos en libertad por la falta de una denuncia formal por parte de los agraviados.

Las autoridades del Hospital Escuela detallaron que en el presente año una empleada fue asaltada cuando salía de su turno, lo que alertó a la seguridad.

La afectada los identificó a través de las imágenes obtenidas de las cámaras al interior del centro asistencial.

De acuerdo a los afectados, los asaltantes operan en los alrededores del sanatorio y en una de las vías del Trans – 450.

Por tal razón, los empleados del Hospital Escuela piden a la Policía Militar del Orden Público (PMOP) y a la Policía Nacional realizar patrullajes más seguido.

Además, piden a la población que ha sido víctima de robos denunciarlos para detener las fechorías. (JGZ)

Actualmente la oficina de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), instalada dentro del Hospital Escuela permanece cerrada al público.
Según una de las víctimas este sujeto lo asaltó en las afueras del Hospital Escuela y pese a que interpuso la denuncia sigue libre.
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