“Reconocemos la presencia real de Dios envuelto en pan y vino, depositado sobre el altar”

MA
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26 de diciembre de 2023
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03:39 am
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“Reconocemos la presencia real de Dios  envuelto en pan y vino, depositado sobre el altar”

Momento en que monseñor José Vicente Nácher Tatay muestra al niño Dios a los miles de feligreses que lucieron sus mejores galas de cara a la Natividad y asistieron a la Misa de Gallo.

La basílica de Suyapa lució abarrotada durante la Misa de Nochebuena o Misa de Gallo la cual fue presidida por primera vez por el arzobispo de Tegucigalpa, monseñor José Vicente Nácher Tatay, quien manifestó que “no tengan miedo, como el ángel dijo a María, no tengan miedo de la Navidad, no tengan miedo de lo pequeño, no tengan miedo de la pobreza, no tengan miedo de Dios”.

Continuó que “en un mundo que tiene miedo a la Navidad, olvida su nombre, todos nos damos cuenta, el espíritu de Santa, las fiestas, estos días, etcétera, pareciera que para muchos es prohibido todo eso, hablar y llamar a las cosas por su nombre, Nacimiento de Dios, Natividad, presencia de Dios, sin Dios no hay Navidad, por eso es misión nuestra recibir esta noche como lo que es, como una iluminancia, las oscuridades de la gente, para que así el hijo tenga la luz que alumbra a todo hombre, y que hoy está amaneciendo el día sin ocaso”.

“Aquellos pastores que están en medio del monte, y sin duda que aquellos que estaban en medio de la intemperie, Dios busca ese pequeño portal tan sencillo, un lugar para guardar a los animales con frío, los convierten en la casa de Dios”, indicó.

Al mismo tiempo, “tantas personas que sienten su interior despojado, se sienten a la intemperie de los sufrimientos y de las circunstancias de la historia, cuando se cumple el tiempo, Dios está con nosotros y ya no vivimos sin sentido, ya no vivimos sin Dios, sino que toda nuestra existencia a través de la tranquilidad de un hijo, envuelto en pañales y puesto en un pesebre viene a revivirnos, el pesebre en el que María deposita a Jesús para ser contemplado y adorado”.

“Hoy reconocemos la presencia real de Dios envuelto en pan y vino, depositado sobre el altar que es para nosotros el lugar de contemplar, adorar y comulgar a Jesucristo”, monseñor José Nácher.

“Podemos decir que el pesebre es el primer altar en el que se deposita respetuosamente el cuerpo de Cristo, hoy al celebrar esta eucaristía de la noche de Navidad, nosotros lo que hacemos es mirar el altar, y con la misma fe que aquellos pastores que conocieron a Dios, a un niño envuelto en pañales sobre un pesebre, nosotros hoy reconocemos la presencia real de Dios envuelto en pan y vino, depositado sobre el altar que es para nosotros el lugar de contemplar, adorar y comulgar a Jesucristo”, agregó.

De igual manera, “por eso es tan importante esta noche estar aquí celebrando juntos la eucaristía, porque la promesa que se ha cumplido no es del pasado se cumplió, sino del presente, se cumple y sin él no hay júbilo, hoy Dios está en medio de nosotros”.

“La Navidad es ante todo un acontecimiento actual que tiene su fundamento y su fin en Dios, no hay mejor manera de celebrarla que como lo hicieron los pastores, corriendo al portal y adorando al Niño Dios que sostiene María”, sostuvo.

Por lo tanto, “invitamos a todos los que creemos en el nacimiento de Jesús en Belén, a que el lunes 1 de enero, a las 5:00 de la tarde, podamos reunirnos en familia, en cada pueblo y en cada barrio, a orar juntos por la paz”.

Al finalizar con la Misa de Gallo, monseñor Nácher Tatay encomendó a Dios a todos los presentes y nuevamente les deseó una feliz Navidad, mensaje que fue bien recibido y acompañado por un fuerte aplauso. (Por Xiomara Mairena/Fotos: Omar Banegas)

La Misa de Gallo contó con las voces melodiosas de los niños del coro de la Parroquia de Nuestra Señora de Suyapa.
Monseñor José Vicente Nácher Tatay se acompañó para esta primera misa como arzobispo de Tegucigalpa del padre Carlo Magno Núñez.
La basílica de Suyapa lució totalmente abarrotada de feligreses quienes llegaron en familia a escuchar la palabra de Dios durante la eucaristía en Nochebuena.
La basílica de Suyapa lució totalmente abarrotada de feligreses quienes llegaron en familia a escuchar la palabra de Dios durante la eucaristía en Nochebuena.
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