Por: Carolina Alduvín
Y llegamos a la última semana de 2023, con serias amenazas a nuestra libertad individual, colectiva y económica, al Estado de derecho, a la precaria estabilidad fiscal, a la seguridad ciudadana y jurídica; esta última, indispensable para atraer las necesarias inversiones y generación de empleos que requiere el aparato productivo del país, a la recaudación de tributos que asegure la estabilidad fiscal, a las reservas de divisas que propicien solvencia en la balanza de pagos, para adquirir los insumos necesarios para aceitar la economía y continuar funcionando como país. Para garantizar que los servicios públicos, aunque insuficientes y de pésima calidad sigan operando y que alivien en parte las necesidades de la población.
Hay esfuerzos dirigidos a evitar caer en el totalitarismo y detener el descarado saqueo de los recursos colectivos por parte de la banda de delincuentes a quienes se ungió con el poder en aras de expulsar a los corruptos del régimen anterior. Estos resultaron peores, son mentirosos, traidores a la patria y serviles de naciones fracasados. No es difícil deducir hacia donde nos lleva semejante dirigencia; sin embargo, no todo es negativo, en medio de la tragedia hay mucho que agradecer, un pequeño resumen no en orden prioritario, que varía con cada individuo, sino tan imparcial como el mismo riguroso alfabeto. Damos gracias por:
AMIGOS, los que nos han acompañado por décadas y los que adquirimos en estos 12 meses, los del círculo íntimo y los que apenas vamos cultivando, los del vecindario y los que moran en tierras lejanas, los que comparten nuestras alegrías, anhelos y afanes, los que nos prestan oídos para desahogar preocupaciones y tristezas, los que tienen similares ideales y sueños.
AMOR, la fuerza que cohesiona el Universo, el balance entre atracción y repulsión que impulsa la creación, que une voluntades, que inunda corazones y los mueve hacia el bien, la verdad, la belleza y la justica. A veces, se torna en sentido contrario como egoísmo, en la raíz de todos los males para las personas, las sociedades y la misma especie.
DONES, las capacidades y virtudes innatas o que hemos cultivado, que nos permiten crear, mediar, conquistar, convencer. Queda a nuestro albedrío canalizarlos hacia el provecho propio, de nuestros semejantes o de diversas causas de todo signo.
EDUCACIÓN, derecho humano universal que hace aflorar, modificar, aprovechar e incrementar las capacidades de cada persona sometida al proceso, con capacidad para cambiar el comportamiento ante personas, objetos o situaciones. Casi siempre determinante de un mejor futuro, un pasaporte a la vida en sociedad, a la construcción de ciudadanía, acceso a los bienes colectivos de la humanidad.
FAMILIA, el sistema de soporte que nos nutre en los años formativos, que nos da el primer sentido de pertenencia, tan esencial a nuestra condición humana, que idealmente nos protege en los tiempos adversos, el sentido de continuidad a través de tiempo, la unidad que conforma el tejido social, base de las fortunas, de las naciones y de las tradiciones.
FILOSOFÍA, el sistema de creencias que da sentido a nuestra vida, que guía nuestros propósitos y esfuerzos, la noción de trascendencia y la valoración de lo sagrado.
INGRESOS, indispensables para la adquisición de bienes materiales y factores de producción.
LIBERTAD, un precioso bien que casi siempre damos por sentado, hasta que nos vemos privados de la misma, algo así como el oxígeno que respiramos.
PRIVILEGIOS, bienes, oportunidades, facultades y distinciones que, merecidas o no, recaen sobre apenas una fracción de las personas, cuya persecución da sentido a muchas vidas.
SALUD, el Estado integral de bienestar y equilibrio en los planos físico, energético, emocional, mental y espiritual. SEGURIDAD, condición indispensable para acceder y conservar lo anterior, y, la propia VIDA, la más valiosa de nuestras posesiones, milagro que deberíamos agradecer a diario. Que ninguna falte en el año que pronto va a comenzar. Feliz y productivo 2024.
