CONTRACORRIENTE: “No soy digno que entres a mi casa…”

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29 de diciembre de 2023
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12:04 am
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CONTRACORRIENTE: “No soy digno que entres a mi casa…”

Por: Juan ramón Martínez

“Pero, una palabra tuya, bastará para salvarme”. Estas oraciones, centrales en la liturgia máxima de los católicos, -la misa-, es parte de la esencia del cristianismo heredado de nuestros mayores. Reconocemos, la superioridad del Dios y Jesucristo su hijo; pero ratificamos, la seguridad que nuestra salvación, está en sus manos. Y que, para ello, Él debe entrar en nuestra vida. Para lo cual, debemos abrir nuestros corazones, permitiéndole que entre; y nos salve. Porque como decía San Agustín, el Creador que nos ama, nos dio vida sin consultarnos; pero no nos salva, sin nuestra voluntad.

Es posible que estas ideas, elementales y comunes, sean desconocidas y poco aceptadas por Enrique Reina. Por ellas reconocemos que cuando invitamos al Señor que entre, estamos aceptando su palabra, por medio de sus pastores que tienen que darnos la seguridad que, estando Dios a nuestro lado, nada nos pasará.

El Arzobispo de San Pedro Sula, le ha llamado la atención a la Presidente de la República, para que escuche los lamentos, los dolores y los temores de las ovejas que él pastorea en la zona norte del país. Porque Xiomara Castro, no es la dueña de Honduras, sino que la primera servidora de su pueblo. El concepto, primer mandatario que frecuentemente se usa cuando nos referimos al titular del Ejecutivo, no tiene que ver con mando, sino con el mandado, es decir con el servicio a los demás. De allí que la llamada de Monseñor Lenihan, es un servicio que la gobernante debe agradecer, porque de repente, en los últimos dos años, ha olvidado que los hondureños todavía sufren los efectos de la pandemia y las dos tormentas que afectaron la zona norte, por lo que no hay empleo suficiente, los jóvenes están emigrando masivamente; y que la inseguridad ha hecho cundir el miedo entre las mayorías de los ciudadanos. Por ello, no admitimos que haya hecho una acusación; o repetido una mala lectura de las cosas; ni ejercido, tare
as que vayan más alla de las que obligan a la función pastoral de los sacerdotes, los obispos y del Papa Francisco que, “vive en Roma”.

Tampoco los católicos nos molestamos porque el arzobispo de Tegucigalpa, Monseñor Nácher Tatay, en respuesta a una invitación de Xiomara Castro, haya ido a su casa; y, celebrado cristianamente con los integrantes de su familia. Porque ha sido invitado a entrar, cumpliendo de consiguiente sus tareas pastorales. No dudamos que, como dice el evangelio, la casa de los Zelaya, no sea digna para que entre el Señor; pero una palabra suya, puede ayudarle a entender mejor sus responsabilidades. Y usar convenientemente los recursos que, temporalmente manejan, orientándolos al servicio de todos.

Por ello, nadie tiene que escandalizarse. No hay razón. Ni por las declaraciones de Monseñor Lenihan; y, menos porque Monseñor Nacher Tatay visite a los miembros de la familia de Xiomara Castro. Las dos acciones, son propias del magisterio pastoral. Y que, si no van a nuestra casa; o la suya, es porque no los hemos invitado. Insinuar en cambio, que los pastores tienen que estar al servicio de los gobernantes, celebrándoles sus fallas; o estimulando sus errores, es una falta política y por supuesto, una visión equivocada del papel que el cristianismo juega en la vida política de nosotros.

Todos somos iguales, aun los que llevamos un apellido diferente a la familia que temporalmente maneja los asuntos públicos. Su función es circunstancial y la gobernanza es legítima, cuando satisface las necesidades del bien común. Por ello el pastor, cumple su labor, ayudando a la gobernante al recordarle que escuche a las ovejas que claman, ante el abandono y la soledad. El Arzobispo no un achichincle gubernamental. Más bien, la gobernante está obligada a agradecer y mostrar que escucha a su pueblo. Si no lo hace, falta a sus obligaciones; y, en vez de colocar al gobierno al servicio del pueblo, se sitúa en una postura incorrecta. Reina, no está justificado entonces, para faltarle el respeto a Monseñor Lenihan.

Podemos estar equivocados. Reina, posiblemente está probando el guion de enfrentar a los católicos, ofendiendo y amenazando a sacerdotes y obispos. Conocemos las señales. Sabemos lo que hicieron en Nicaragua. Y, no dudamos que, aquí quieran hacer lo mismo. Los cristianos, estamos preparados, seguros que, con Dios nada nos faltará.

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