Recordando la partida de don Óscar Flores Midence
A 43 años de su lamentable desaparición física, el ingeniero Carlos Roberto Flores, el doctor Óscar Flores y la conocida artista Celsa Flores, nietos y demás seres queridos, recordaran este 31 de diciembre el lamentable deceso de su amado ÓSCAR A. FLORES MIDENCE (QDDG).
Nació en 1912, fue un talentoso hondureño que en su anhelo de servir a la patria heredó un valioso legado literario y periodístico, al fundar Diario LA TRIBUNA, el 9 de diciembre de 1976.
Don Óscar, dio sus primeros pasos en el periodismo como redactor del Semanario Estudiantil “El Universitario”, el semidiario político “Honduras Libre” y El Cronista, del que era asiduo colaborador.
Ya en 1935, siguiendo su recorrido por el fascinante mundo de las letras, destacó entre su generación literaria, considerándosele, por su exquisito estilo y diáfana visión de la realidad nacional, uno de sus grandes valores.
El abogado y escritor se casó con la recordada Margarita Facussé de Flores, con quien formó un sólido matrimonio, procreando a sus tres hijos.
A lo largo de su carrera participó en la vida política de la nación, desempeñándose como diputado al Congreso Nacional, presidente de la Corte Suprema de Justicia y más adelante del Banco Nacional Municipal Autónomo.
Su rectitud y eficiente gestión en esos cargos le permitieron, tiempo después, asumir funciones como ministro de Trabajo y Previsión Social en el gobierno del presidente Ramón Villeda Morales (1957-1963), lanzándose además como precandidato a la Presidencia de la República.
Pese a los enormes compromisos que exigían puestos públicos tan relevantes, don Óscar jamás dejó de escribir, ya que dicha labor la aprovechó para destacar como un escritor analista de la problemática nacional y fue el primero en relacionar lo económico con lo social y lo político.
Obtuvo en dos ocasiones el premio “Paulino Valladares” y como escritor, el Premio Nacional de Literatura “José Cecilio del Valle”.
Fue director del diario liberal “El Pueblo” y de “La Prensa”, sin embargo, lo que en verdad dejaría por siempre escrito su nombre en la historia de Honduras sería hacer realidad un sueño que desde hace muchos años tenía en su pensamiento: la creación de Diario LA TRIBUNA.
Rodeado del amor de su familia y con la enorme satisfacción de haber estado al frente de su periódico durante cuatro años, partió al reino del Señor el 31 de diciembre de 1980, dejando un hondo vacío entre sus seres queridos, amistades y en su amada Honduras.
Sus libros de cuentos “Resplandores del ocaso”, “La voz está en el viento” y “Presencia del Olvido”, así como el Diario LA TRIBUNA, que fundó con el ideal de que fuera “Una voluntad al servicio de la Patria”, hoy son una herencia que enorgullece a los hondureños.
