2024: año electoral, pero en Honduras NO

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12 de enero de 2024
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12:41 am
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2024: año electoral, pero en Honduras NO

Eduardo Enrique Fuentes Cálix

Inició el 2024, en el que el calendario electoral internacional vivirá una fuerte actividad; se llevarán adelante elecciones en los cinco continentes. Alrededor de 70 países celebrarán elecciones, entre ellos, Estados Unidos y Rusia que llevarán a cabo comicios presidenciales. En África, un tercio de los estados soberanos también irán a elecciones presidenciales, legislativas o locales, tras un año marcado por varios golpes de Estado en este continente. Mientras que en Latinoamérica, El Salvador, México, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela escogerán presidente.

En cambio, en Honduras, a pesar de que las elecciones primarias serán celebradas hasta el 9 de marzo del 2025, la ciudadanía ha observado que han surgido anuncios de precandidatos a la Presidencia de la República para representar a sus partidos políticos en las elecciones generales de ese mismo año.

Si bien es cierto que este año no habrá una contienda electoral, si existirán actividades indispensables para el desarrollo del proceso de elecciones primarias, tales como: la actualización domiciliaria de los ciudadanos, inscripción de candidatos(as) de los movimientos internos de los partidos políticos, Censo Nacional Electoral, entre otros; no es hasta enero del 2025 donde los precandidatos, tienen permitido  iniciar su periodo de propaganda; lo anterior porque así lo autoriza el artículo 222 de la Ley Electoral de Honduras definiendo que la propaganda electoral solo puede ser realizada dentro de los 50 días calendario anteriores a elecciones primarias.

Por ello, sin el fin de menoscabar la libre emisión del pensamiento consagrada en el artículo 72 Constitucional y demás libertades públicas y derechos garantizados en las leyes nacionales, durante este año no se vivirá una campaña electoral oficial, dado que no existen candidatos legalmente inscritos para participar en una contienda electoral.

En ese sentido, es imperativo que la ciudadanía: a) enfoque su atención en la gestión del gobierno actual, y b) en el cómo sus actuaciones abonan a la resolución de los temas de país. Debiéndose mantener veedor de esa gestión del gobierno, sin distraerse con campañas electorales prematuras.

Tras un 2023 abundante en crisis políticas, como ha quedado demostrado en el Congreso Nacional, donde los diputados paralizaron sesiones desde el 31 de agosto del 2023 hasta la fecha, evidenciando un fracaso en los diálogos y en lograr consensos por parte del titular del Poder Legislativo.

Sumado a esto, el gobierno anunció una evaluación a su gabinete, más, no ha publicado a la fecha, los resultados de dicha evaluación y a falta de información oficial, se publicó en los medios de comunicación que 13 instituciones salieron aplazadas con menos del 60% de cumplimiento de metas; mientras que la Presidenta Castro oficializó solamente 4 cambios en su gabinete, y más que cambios, fueron rotaciones ocasionadas por renuncia de 2 funcionarios debido a aspiraciones políticas.

Asimismo, se destituyó al exsecretario Estado en el Despacho de Salud, quien se despidió redactando una carta pública dirigida a la Presidenta, denunciando casos de corrupción en dicha Secretaría.

A casi dos años de su mandato, las víctimas de los distintos homicidios hasta octubre de 2023 superaron a las de 2022 en un 38%.

Durante 2023 se contabilizaron 39 asesinatos en diferentes partes de Honduras, que dejaron un saldo de 192 víctimas, según el Observatorio Nacional de la Violencia de la UNAH.

Pese a que el secretario de Estado en el Despacho de Seguridad aseguró que se presentó una mejoría en el informe Índice Global de Delincuencia Organizada; al comparar los resultados del primer y segundo informe emitido en 2021 y 2023 por la Iniciativa Global contra la Delincuencia Organizada Transnacional, se evidencia un incremento en la criminalidad, en lugar de una mejora en la situación; lo cual demuestra un total fracaso en el estado de excepción que entró en vigor desde diciembre del 2022.

Sin olvidar por supuesto la crisis laboral, donde los indicadores económicos en Honduras arrojaron sombras preocupantes sobre la situación del empleo en el país.

A pesar de estos fríos datos que develan el estado de la gobernanza en Honduras, observamos cómo paradójicamente la mayoría de los anuncios de aspiraciones a cargos de elección popular vienen del oficialismo, de ese mismo en el cual la ciudadanía confió de manera mayoritaria para atender y resolver estos problemas, mismos que sin duda no se resolverán con campañas políticas, ni aspiraciones particulares. Hoy, a la mitad del periodo de gobierno, la ciudadanía no debe distraer su atención del cumplimiento de las promesas de campaña que hasta ahora se han quedado en promesas, con la certeza que el tiempo seguirá pasando y esas promesas quedarán siendo tales y no hay duda de que, esas actuaciones pasarán factura. Honduras exige respuestas, mismas que pasan por funcionarios que asuman su rol de funcionarios públicos, pensando en el bienestar de la sociedad y no en intereses políticos particulares y de esta manera realizar la máxima que estableció el Primer Ministro Británico Winston Churchill. “Un político se convierte en estadista cuando empieza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”.

Máster en Gobierno & Administración Públicas y Catedrático Universitario

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