German Edgardo Leitzelar Hernández
La semana previa, se plantearon algunos temas relacionados con el agro, un poco se mencionó de como las crisis políticas lo afectan, así como a las cadenas de suministros y el hecho de que esto constituye un pilar económico, con lo que podemos subrayar y resaltar que Seguridad Alimentaria y Desarrollo Agrícola Son Desafíos y Oportunidades para Nuestro País.
La seguridad alimentaria es fundamental para el desarrollo sostenible de cualquier nación. Cuando no se puede garantizar el acceso a alimentos seguros y nutritivos, la población enfrenta desafíos significativos en términos de salud, estabilidad social y económica. En este contexto, es esencial abordar diversos escenarios como ser: ¿cómo desarrollar verdadero apoyo a los agricultores?, ¿cómo establecer controles efectivos para intermediarios en la venta de productos? (es decir que no existan los denominados coyotes), ¿cómo desarrollar un adecuado control de planificación urbana? ya que se urbanizan valles productivos por la falta de apoyo a lo agrícola, además se requiere administración eficiente en rubros clave como ser: banano, café y piña por mencionar algunos con políticas adecuadas, pues cuando se da en muchos casos que es más barato importar que producir, algo se está haciendo mal.
Un primer aspecto a considerar es apoyo a los agricultores. Estos actores clave en la cadena alimentaria a menudo enfrentan desafíos que van desde condiciones climáticas adversas hasta la falta de acceso a tecnologías modernas, sin olvidar una verdadera política financiera que garantice a estos, acceso a recursos económicos reales. Un gobierno comprometido debería implementar políticas que brinden incentivos, subsidios y capacitación a los agricultores para mejorar la productividad y la sostenibilidad. Además, se debe fomentar la diversificación de cultivos para evitar la dependencia excesiva de un solo producto, reduciendo así la vulnerabilidad ante posibles crisis.
El control de intermediarios en la venta de productos es crucial ya que los intermediarios pueden influir en los precios de los alimentos de manera desproporcionada, afectando tanto a los agricultores como a los consumidores finales. Es imperativo establecer regulaciones efectivas para garantizar una cadena de suministro justa y transparente. La implementación de sistemas de monitoreo y la promoción de mercados locales pueden ser estrategias efectivas para reducir la dependencia de intermediarios que podrían aprovecharse de la situación.
El error que se comete al urbanizar valles productivos debe ser también una preocupación cada vez más relevante. La presión para expandir áreas urbanas a menudo se traduce en la conversión de valles fértiles en zonas urbanas, comprometiendo la capacidad agrícola del país. Es esencial adoptar enfoques de planificación urbana que equilibren el crecimiento urbano con la preservación de áreas agrícolas estratégicas. La promoción de prácticas de desarrollo sostenible, como la agricultura vertical y la planificación territorial integrada, puede ser clave para mantener la productividad agrícola sin comprometer el desarrollo urbano.
En cuanto a la administración de rubros específicos como banano, café y piña u otros similares es crucial mediante la adopción de estrategias adaptadas a las particularidades de cada cultivo. Por ejemplo, definir cómo cada uno de estos sectores pueden beneficiarse de prácticas agrícolas sostenibles y certificaciones de comercio justo para mejorar las condiciones de los agricultores y la calidad del producto. También promover técnicas de cultivo respetuosas con el medio ambiente y la diversificación de variedades que puedan mitigar los riesgos asociados con enfermedades y fluctuaciones de precios. Al mismo tiempo se vuelve esencial garantizar prácticas agrícolas que minimicen el impacto ambiental fomentando la trazabilidad requerida para asegurar la calidad del producto.
Desarrollar la actividad agrícola de manera adecuada en nuestro país implica abordar diversas áreas para mejorar la productividad, sostenibilidad y calidad de vida de los agricultores, controlar aspectos esenciales como ser la administración apropiada de los recursos hídricos, educación y formación agrícola, mejora y conservación de los suelos, promoción, uso y apoyo en el uso de tecnología agrícola apropiada, acceso a semillas de calidad, desarrollo de infraestructura de transporte y almacenamiento, financiamiento y microcréditos, mercados locales y comercio justo, sostenibilidad ambiental, políticas agrícolas y apoyo gubernamental, estas medidas, combinadas de manera integral, pueden contribuir significativamente al desarrollo sostenible de la actividad agrícola en nuestro país. Es importante adaptar las estrategias a las condiciones específicas de cada región y comunidad
En conclusión, si abordamos como país la seguridad alimentaria y el desarrollo agrícola implica con una visión integral que considere la sostenibilidad, el apoyo a los agricultores, el control de intermediarios, la planificación urbana y la administración específica de cada rubro, tendremos un país comprometido con estos principios que nos garantizará el bienestar de toda la nación y también sentará las bases para un futuro sostenible y próspero para todos.
“APOSTEMOS POR UNA CULTURA DEL AGRO PARA EL DESARROLLO”
Abogado laboralista independiente
