Cuento gótico de perversión y deseo

OM
/
13 de enero de 2024
/
03:30 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Cuento gótico de perversión y deseo

José María Leiva Leiva

 

Amazon Prime, ha estrenado estos días el controversial thriller psicológico y erótico de comedia negra titulado “Saltburn”, una especie de “El talentoso Sr. Ripley” o incluso una producción con tintes similares a “Llámame por tu nombre”, que ha despertado la curiosidad del público con sus escenas de sexo explícito. La película de Emerald Fennell es una sátira social que incomoda y genera debate, y no deja indiferente a nadie. Así, hay quienes la tildan de “asquerosa” (verbigracia algunas escenas escatológicas) e “impúdica”, mientras otros se muestran encantados ante las actuaciones y los elementos técnicos del filme, “que muestra la inconformidad del ser humano en sus niveles extremos”. Valeria Martínez. Yahoo! Vida y Estilo.

Ciertamente, Emerald Fennell, es una interesante actriz, guionista, productora, directora y autora británica, ganadora, entre otros, del premio Óscar, WGA (del Sindicato de guionistas de Estados Unidos) y BAFTA, (los premios de cine de la Academia Británica) al mejor guion original en el año 2021 por “Promising Young Woman” (Hermosa venganza). Apareció en numerosas películas de drama de época, como “Albert Nobbs” (2011), “Anna Karenina” (2012), “La chica danesa” (2015), y Barbie (2023), como Midge, la Barbie embarazada. Recibió un reconocimiento más amplio por su papel protagónico en la serie dramática de época de Netflix, “The Crown”, en las temporadas tres y cuatro (2019-2020), interpretando a Camila Parker Bowles.

 

Por otro lado, cabe mencionar que “Saltburn” contó con la participación de Margot Robbie como productora, a través de su compañía LuckyChap Entertainment. Actividad que emprendió anteriormente en las películas “I, Tonya”, “Aves de presa” (protagonizadas también por ella misma); y en la galardonada “Hermosa venganza”, que de hecho fue la cinta debut de Fennell como escritora y directora. “Saltburn”, caracterizada por su fuerte contenido sexual, desnudez gráfica, contenido violento, lenguaje fuerte y uso de drogas, narra la historia de Oliver Quick (Barry Keoghan, “Dunkerque”) un estudiante becado por la Universidad de Oxford que se obsesiona en forma enfermiza con Felix Catton (Jacob Elordi, “Priscilla”) un compañero de estudios rico, distinguido y popular entre las mujeres, quien tras conocer la supuesta vida trágica de los padres de Oliver, se compadece de él y lo invita a pasar el verano en Saltburn, la finca de su excéntrica familia.

Dicha residencia, es en la vida real, Drayton House, una casa solariega ubicada en Northamptonshire, la cual se convierte en un elemento protagónico inquietante, oscuro, tétrico, fabuloso y decadente como la familia que la habita. Aquí están, los snobs y extravagantes padres de Felix, Elspeth (Rosamund Pike, “007: otro día para morir”, “Orgullo y prejuicio”, “Perdida”), una aristócrata en soledad, y James (Richard E. Grant, “Drácula”, “La edad de la inocencia”), que creen ser modernos y liberales, pero son tradicionales y clasistas; más, su peculiar y misteriosa hermana, Venetia (Alison Oliver), una joven hermosa y provocadora con trastornos de alimentación y tendencia al aislamiento.

Además, se encuentran en calidad de invitados, su primo estadounidense y compañero de clases, Farleigh (Archie Madekwe), que al igual que Oliver, busca sacar provecho de los Catton. Y, la “pobre y querida” Pamela (Carey Mulligan, “El gran Gatsby”, “Hermosa venganza”, “Maestro”), la insufrible amiga de Elspeth, que ha estado en Saltburn durante un tiempo indeterminado, posiblemente meses huyendo de un multimillonario ruso que le daba mala vida. Y de quien sabemos, poco después que falleció en Londres, quitándose la vida.

Ya en el palacio, Oliver se sumerge en la particular y rutinaria vida extravagante de los Catton, en medio de la exploración sexual, la intriga, la morbosidad, los juegos psicológicos y la muerte, desatando sus siniestros planes de ambición, venganza, egoísmo y perversión, todo ello acompañado de las escenas más escabrosas, sorprendentes y chocantes del filme, entre las que destacan: El agua de la bañera, donde Oliver, no tiene reparo alguno para absorber el agua sucia de la tina donde Felix acaba de bañarse… y de masturbarse. Cortejo y sexo oral a Venetia en tiempos de su período… Oliver transformado en un moderno Drácula.

 

La escena de cama entre Ollie y Farleigh, con lubricante natural incluido. La comida tras la muerte de Felix, donde todos, salvo Venetia, pretenden olvidar que yace sin vida en los laberintos de la mansión, justo al pie del minotauro de piedra. Momento desconcertante en la tumba de Felix. De repente podría ser la escena más retorcida de la película. Oliver asiste al funeral del fallecido y se queda al final solo frente a la tumba, mientras llueve y la tierra se convierte en barro. De repente, se tira encima de la sepultura, se desnuda, llora y empieza a auto complacerse, como si estuviera manteniendo relaciones sexuales con el difunto.

La muerte de Venetia, en una bañera llena de su propia sangre junto a dos cuchillas de afeitar con las que se ha cortado las venas. La muerte de Elspeth, que es el último obstáculo para que Oliver termine heredando Saltburn, por ello hasta disfruta viéndola agonizar hasta morir. Es aquí donde Oliver relata sus macabros planes orquestados: dañó las llantas de la bicicleta de Félix para tener su primer encuentro con él en Oxford. Mató a Félix al envenenar su bebida en el laberinto, luego de que el millonario descubriera que le había mentido. Dejó las hojas de afeitar al lado de la bañera de Venetia, sabiendo de sus pensamientos suicidas. Fue el responsable de la expulsión de Farleigh, al enviar el correo electrónico que incriminaba al primo como ladrón. Planeó el “encuentro casual” con Elspeth en el café. E hizo que esta le transfiriera su dinero y la propiedad de Saltburn.

 

El último baile. En el epílogo del filme, Oliver recorre triunfal los pasillos, completamente desnudo, y al ritmo de la canción “Murder on the Dancefloor” de Sophie Ellis-Bextor. Ya lo dijo el protagonista a una Elspeth en coma: “los accidentes son para gente como tú. Pero para el resto, hay trabajo… Los odiaba a todos ustedes. Y lo hicieron tan fácil. Perros mimados, durmiendo panza arriba. Sin depredadores naturales. Bueno… casi ninguno”.

 

 

Más de Cine
Lo Más Visto