Humillado 4-1 por el Real Madrid en la Supercopa de España el domingo en Riad, el Barcelona de Xavi evidenció su carencias en todos los aspectos del juego, muy lejos de las pretensiones del club de volverse a convertir en un grande de Europa.
El partido puso la lupa en todas las lagunas del Barcelona esta temporada: un sistema sin consolidar, falta de eficacia en las dos áreas y grandes problemas para dar ritmo a su fútbol de posesión.