Carlos Medrano
El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) en una manifestación suigéneris ha izado una bandera negra enfrente de su edificio principal en símbolo de luto y dolor por la enorme cantidad de empleos que perecieron en el 2023.
La bandera negra es un llamado a la sociedad civil, al gobierno y a los trabajadores para que construyamos un país que genere más trabajo para nuestros compatriotas, que por desgracia hoy no tienen que llevarle de comer a sus familias en Honduras.
Este luto no debe considerarse un ataque en contra del actual gobierno de la Presidente Xiomara Castro, más bien es un llamado a la reflexión para que la prioridad en este país se concentre en obtener más empleos dignos y formales, empleos que eviten más migración en la que exponen sus vidas miles de hondureños y otros que son asaltados por grupos irregulares mexicanos.
La guerra de cifras de desempleados entre empresarios y el gobierno es intrascendente, innecesaria e improductiva porque la verdad es que hay miles de desempleados en un país cada vez más pobre. Requerimos que ambos sectores se sienten a trabajar una estrategia que permita más crecimiento económico y que el ambiente de confrontación cese por parte de los grupos radicales de Libre que afectan a la administración actual.
La triste realidad que hoy nos agobia es que, según el Cohep, existen 2.3 millones de hondureños que tienen problemas serios de empleo y un alarmante 30% de la población joven se encuentra en la categoría ninis, (ni estudian ni trabajan).
Para atraer inversión es imprescindible crear un marco legal que promueva la inversión y creación de empleo que reduzca la informalidad laboral y mejorar las condiciones de los trabajadores, dicen los empresarios.
Honduras requiere desde hace algunos años que se solucione urgentemente la problemática de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica ENEE, cuyas pérdidas técnicas y no técnicas continúan endeudando al país con cifras astronómicas e insostenibles.
Respecto al Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República de Honduras, por cierto, que no ha sido aprobado en el 2024, debe ser utilizado como un instrumento para el desarrollo productivo y para el crecimiento del país, invertir en bienes capitalizables, construcciones, compra de materiales y suministros para impulsar la economía de manera efectiva.
Honduras necesita de estabilidad jurídica y estabilidad política para generar empleo, de modo que la crisis que ocurre en el Congreso Nacional debe de solucionarse cuanto antes, que impere el diálogo y la concertación a fin de que irradie paz en un pueblo lleno de incertidumbre.
El gobierno de la presidente Castro debe de escuchar cuanto antes al sector privado, ponerse de acuerdo para el desarrollo del país, ya que ellos representan el 85% del PIB, generan más de Lps. 540 millones en producción industrial, agricultura, construcción, comercio y turismo.
Asimismo, el sector privado invirtió más de 149 mil millones de lempiras representando el 88% de la inversión total en Honduras, contribuyó con 9,400 millones para la seguridad social y anualmente desembolsa más de 263,620 millones de lempiras en concepto de remuneraciones salariales a sus colaboradores.
Es urgente que todos los sectores se sienten en una mesa, que se dialogue y se camine rumbo a la dirección del desarrollo, ya que solo el crecimiento económico logrará crear riqueza que a la vez generará más empresas y con más empresas más trabajos.
Periodista
