Don “Napo” Larach pasa al recuerdo con un legado de liderazgo empresarial y altruismo

Lo más granado del sector empresarial y político acompañaron hoy jueves el último trayecto del banquero Napoleón Juan Larach Jamis a donde reposan sus restos mortales, en su querida ciudad de San Pedro Sula. A sus 99 años, falleció uno de los empresarios más prominentes.

Rostros visiblemente consternados, palabras que daban testimonio del legado que deja el empresario y filántropo, cuyo molde es irrepetible y tendrían que haber mil hondureños como él dijo el expresidente Roberto Micheletti, en su despedida.

Como previó la familia, a las 9:00 de la mañana se ofició la misa donde se resaltó el legado de bondad, amor, solidaridad, valores morales, éticos y espirituales que dejó uno de los forjadores de Honduras.

Su viuda, doña Julia y sus hijos: Carlos, Mireya, Gina, Alejandra, Luis y Gabriel, nietos, bisnietos recibieron el consuelo de amigos y compañeros, que lamentaban haber perdido tan repentinamente a un ser humano honrado y de gran valor.

Don Napo, como le llamaban en su círculo más íntimo, tenía 99 años, en su último día acudió a trabajar, respetuoso de su rutina, que comenzaba a 3:30 de la mañana, volvió a su casa, pero la noche del martes se conoció de su infausta e inesperada partida.

Este jueves su cuerpo fue depositado en Jardines del Recuerdo, donde al igual que en el velatorio, las frases de pesar y anécdotas eran incontables. Al lugar acudieron empresarios, políticos y mucha gente que le conoció.

En vida fue conocido por el orden, el trabajo y el amor a Honduras. Fue distinguido en 2018 con el premio El Forjador por Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC) y fundador de entidades privadas como Banpaís, la Universidad de San Pedro Sula y la Universidad Católica.

Tenía el cabello gris y un semblante afable y sereno. “Un forjador visionario y un hombre ejemplar de San Pedro Sula”, escribió en su red social X, el presidente de la CCIC, Eduardo Facussé, al solidarisarse con la familia.

“Su ejemplo de trabajo, confianza y amor por Honduras, nos continuará inspirando a todos los que crecimos viéndolo trabajar incansablemente”, consideró, Jorge Faraj, otro de los líderes empresariales de la zona norte donde presidió el Grupo Larach con inversiones en el comercio, industria, turismo, banca y energía renovable y térmica.

Se le consideraba el último de la primera generación de banqueros del país. Napoleón Juan Larach Jamis nació el 11 de septiembre de 1924 en San Pedro Sula en el hogar conformado por don Juan D. Larach y Emilia Jamis. Estudió en el instituto público José Trinidad Reyes de esa ciudad y vivió toda su infancia y adolescencia en la en las inmediaciones del bulevar Morazán en compañía de sus hermanos Emilia, Elena, Miguel y los ya fallecidos: Victoria, César y Alejandro.