¿A ENCONTRARME CON MI DESTINO?

ZV
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20 de enero de 2024
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12:09 am
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¿A ENCONTRARME CON MI DESTINO?

YO prefiero la perspectiva religiosa –mensaje de una querida amiga– sin entrar en mayor debate a lo filosófico; creyendo en la idea de un destino divino predestinado para cada persona y creo con firmeza que Dios ya tiene escrito nuestros caminos por recorrer, personas por conocer, sobre todo amar y misión en esta vida por cumplir”. Un buen amigo: “Ya días no le escribo, pero lo leo a diario”. “Hoy, con su artículo me volvió a la mente el accidente de automóvil en el que estuve involucrado, junto a sus buenos amigos”. “Quiero aprovechar esta oportunidad para expresar mi sincero agradecimiento por su intervención oportuna”. “Reconozco, a pesar de que hayamos tenido diferencias políticas que, de mi parte, quedaron atrás, que su ayuda y apoyo como presidente fue un acto de generosidad y humanidad que nunca olvidaré y que a todos nos tiene con vida”. “Al escuchar su relato sobre la predestinación y cómo a pesar, de su accidente aéreo, se convirtió en presidente, no puedo evitar preguntarme –como lo hace el Sisimite con Winston– ¿si existe alguna conexión entre nosotros?”. “¿Será que nuestro encuentro accidentado fue simplemente una casualidad fortuita, o hay algo más profundo y significativo detrás de ello?”. “¿Estoy destinado a desempeñar un papel importante junto a usted en el futuro?”. “Seguro lo sabremos algún día”. “Permítame expresarle mi gratitud por su acción, que marcó la diferencia entre la vida y la muerte para nosotros”.

“Leyendo su testimonio –mensaje de otra buena amiga– me hizo recordar algo que siempre dicen los hermanos cristianos, ello es que no existen casualidades, sino Diosidades; y para aquellos que creen, todo lo que pasa es para bien”. “En aquellos terribles momentos cuando el bíblico diluvio, gracias a su fe supo cumplir con lo encomendado por Dios”. Le comparto el salmo: “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las apeticiones de tu corazón”. “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él, y él lo hará”. “Y exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía”. Un amigo exmagistrado, cercano asesor de la ex primera dama (QDDG): “Increíble; lejos de alegrarse, su contendiente política Nora de Melgar, se preocupó mucho por su salud”. (Ella le huía montarse en esos chunches”). Otro buen amigo: “En lo personal, creo que es una mezcla”. “Nos es dada una vocación y un conjunto de habilidades, dones y talentos que nos empoderan a cumplir una misión en nuestro entorno”. “Sin embargo, en nuestro libre albedrío podemos usar esas habilidades, dones y talentos para el bien común o para fines egoístas”. Un amigo magistrado: “La predestinación, vista desde el lado positivo, es inspiradora, desde el lado negativo, es aterradora”. Una buena amiga abogada: “Mi presidente, sin duda alguna, cada editorial es una sublimidad, pero este es una joya; me encanta cómo combinó los temas, filosofía, historia, religión… y como siempre nos hace reflexionar”. “Yo siempre me he preguntado ¿cuál es mi destino? ¿Cuál es la misión que tengo en esta vida? Ahora lo que no me queda duda que usted –que siempre tiende la mano a sus amigos– estaba predestinado a cambiarnos a varios la vida”.

(La buena amiga –entra el Sisimite– (que no estaba predestinada a que su mamá la guindara por sapear confidencias al colectivo) escribe que “es una Fontana de Trevi” ese último editorial. -Pues a mí –interrumpe Winston– me toca la encomienda de pasarles el mensaje de la nieta: “Yo soy la más creyente en el destino; “el destino lo es todo”. (Recomienda que vean la película –hablando de milagros– de los uruguayos que sobrevivieron el accidente de avión en Los Andes. Dice que ejemplo “de cómo las cosas pasan como deben, y porque deben pasar”). “Nadie se escapa de su destino”. “Lo que más me hace creer en el destino es mi concepción”. (Y da como ejemplo que sus papás luego de tenerla se separaron). “Su unión no haría sentido –agrega– fuera de que tenía que pasar para un propósito más grande”. “Igual, esto se puede comprobar ya que el tiempo no es lineal; lo que pasa, sucede en forma simultánea, a la misma vez”. “Si ello es así, ¿qué podemos deducir?”. “Es el destino porque las cosas no se pueden dar de otra manera”. “Todo pasa como debe, cuando debe y porque debe”. (“I came, to meet my destiny”. “Vine a encontrarme con mi destino”).

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