ALGUNAS ACTUACIONES DEL CONGRESO NACIONAL, AÑOS 1951-1952

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20 de enero de 2024
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ALGUNAS ACTUACIONES DEL CONGRESO NACIONAL, AÑOS 1951-1952

Antigua estación bananera en la Costa Norte.

Óscar Aníbal Puerto Posas

Antigua estación bananera en la Costa Norte.

“La Carta de San Salvador”. Una aproximación a la Unidad de Centroamérica

La “Carta de San Salvador”, fue suscrita en la ciudad de San Salvador, República de El Salvador, el 14 de octubre de 1951, por los ministros de Relaciones Exteriores por Costa Rica: Mario Echandi. Por El Salvador: Roberto E. Canessa. Por Guatemala: M. Galich. Por Honduras: J. E. Valenzuela. Por Nicaragua: Óscar Sevilla Sacassa. “La Carta de San Salvador” -tal su nombre político- o Carta de la Organización de Estados Centroamericanos (tal su nombre Jurídico). Es un instrumento de suyo interesante. A su amparo, surge la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), con sede en San Salvador. Nace con el objetivo de fortalecer los vínculos que los unen: consultarse mutuamente para afianzar y mantener la convivencia fraterna, en esta región del Continente, prevenir y conjurar toda clase de desavenencia y asegurar la solución pacífica de cualquier conflicto que pudiera surgir entre ellos; auxiliarse entre sí; buscar solución conjunta a sus problemas comunes y promover su desarrollo económico, social y cultural, mediante la acción cooperativa y solidaria”. Hermosos principios sí, que no plasmó en hechos, la realidad. La ODECA, desapareció a raíz del conflicto bélico honduro-salvadoreño en 1969. “La Carta de San Salvador”, fue aprobada por el Congreso Nacional, conforme a lo establecido en la Atribución 118 del Artículo 121 de la Constitución de 1936.

El ingreso a los Organismos Financieros Internacionales

Fue el gobierno de Juan Manuel Gálvez, el que nos llevó a esas relaciones. El Congreso Nacional se limitó a aprobar “en todas sus partes” (sic), el Acuerdo del Poder Ejecutivo No. 2559, emitido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público del 6 de junio de 1951.

En realidad, hubo que adherirse al Acta Final y a los Acuerdos de la Conferencia de “Bretton Woods”, en la cual Honduras aceptó ser miembro del Fondo Monetario Internacional y del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento. Para adherirnos a ellos, comenzamos endeudándonos. Las deudas siguen. De ahí que se llama irónicamente “deuda eterna”, en lugar de su denominación habitual: “Deuda Externa”. No hay culpa diputadil. El refrán es sabio: “Donde manda capitán no manda marinero”.

De la construcción del Palacio Legislativo

Mediante Decreto Núm. 9, dado en Tegucigalpa, D.C., a los diecisiete días del mes de diciembre de mil novecientos cincuenta y uno, se autoriza al Poder Ejecutivo para que proceda a la construcción del Palacio Legislativo (el decreto da los límites en que este debe construirse). Se erigió un edificio arquitectónicamente aceptable. Al cual se le sumó la belleza escultórica de Mario Zamora Alcántara (1920-2017). No todos, ni todas las que ocupan las curules, a su interior, son éticamente confiables ni intelectualmente valiosos o valiosas.

Ojalá las nuevas generaciones ocupen ese espacio para construir la República que anhelamos los ciudadanos y ciudadanas de este país, digno de mejor suerte.

Los servicios telefónicos en las ciudades de Tegucigalpa y Comayagüela

La lectura de los decretos legislativos correspondientes al año de 1951, nos llevan a la certeza que la mayor parte de las iniciativas de progreso, partieron de la iniciativa del ciudadano presidente de la República. Don Juan Manuel Gálvez. El Congreso Nacional se limitó a aprobar los decretos del Poder Ejecutivo, más empapado de las necesidades nacionales que los 39 diputados del Congreso Nacional. Es así que decidió, mejoras sustanciosas al servicio de telefonía de las ciudades gemelas: Tegucigalpa y Comayagüela, que constituyen la capital de Honduras, para ello, celebró un contrato con la Internacional Standard Electric Corporation de Nueva York, para la modernización del Sistema de Telefonía Automática con las ciudades mencionadas. El invento de Guillermo Marconi (1874-1937), necesitaba ajustes técnicos, cual sucede con cualquier obra física. Gálvez lo logró. El Decreto No. 10 del CN, explica cómo. Sin deuda externa, acudió al fondo del Banco Central, fundado en su gobierno y al aumento proporcional de las tarifas a los usuarios. El mismo decreto incluye a San Pedro Sula.

Primer Censo Agropecuario

Mediante Decreto Núm. 16, datado el diez y seis del mes de enero, el Congreso Nacional, en observancia de lo que dispone el artículo 5º del Decreto Legislativo No. 94 del 9 de marzo del año citado, autoriza el levantamiento del primer Censo Agropecuario de la República, señalando para su verificación las fechas comprendidas entre el 24 de marzo y 19 de abril de mil novecientos cincuenta y dos. Sorprende el saber que, en 171 años de vida independiente, Honduras, país netamente agrícola, haya carecido de tan valioso instrumento para planificación de acciones de desarrollo. Es indubitable que Juan Manuel Gálvez, es uno de los mandatarios más interesantes en la historia nacional.

Decretos en bien de municipios anteriormente preteridos

Mediante Decreto Núm. 19, el Congreso Nacional, fechado el 16 de enero de mil novecientos cincuenta y dos, reformó el Decreto Legislativo No. 110 de 1951, contraído a crear varios impuestos destinados a la construcción de un edificio para el Instituto de Segunda Enseñanza y sostenimiento de bequistas en el Distrito Local de Siguatepeque, en el sentido de añadirle el párrafo siguiente: “Por la extracción de cada millar de pies de madera… L1.00”. Cobra mucha importancia dada la situación actual de migración masiva, decretos de este tipo. La Educación es una forma -hay otras- de retener la población. Nuestra juventud debe quedarse en la patria que la vio nacer, para ello, hay que facilitarles procesos educativos. Hay que construir “el sueño hondureño” y no irlo a buscar a otro país.

Asimismo, mediante Decreto Núm. 21, se favorece al Distrito Local de Cedros, departamento de Francisco Morazán, por el término de cinco años con impuestos y sobreimpuestos, que generen el consumo de cervezas, licores y tabaco, fundamentalmente, y por licencia de buhonero “cualquiera sea el origen del interesado”, para la construcción del alcantarillado de la ciudad de Cedros. Que el lector(a), juzgue la pertinencia de este Decreto.

Una moción impertinente

El diputado Efraín Castellanos García, mocionó en el sentido de “eximir del servicio militar obligatorio en tiempos de paz a todo ciudadano hondureño que compruebe ante la autoridad militar competente ser alfabetizado”. Su progresiva moción fue “declarada sin lugar”, a los veintidós días del mes de enero de 1952. No sé qué argumentó en torno a su moción el profesor Castellanos García, en ese interés de dejarle la leva a los más ayunos de conocimientos. Por fortuna, la moción no fue aprobada. El CN, entonces, tenía en su seno alguna gente ilustrada. Al final de este artículo, incluyo sus nombres. Bien, eran otros tiempos…

Un decreto en favor de la salud

Mediante Decreto Núm. 28, del 22 de enero de 1952, el Congreso Nacional concedió franquicias hasta por L10,000.00 al Hospital Evangélico de Siguatepeque “para que importe, libre de derechos arancelarios, impuestos y sobreimpuestos a excepción de los irredimibles y servicios del Estado, inclusive el Consular, los siguientes artículos: materiales de construcción, tubería para drenaje y distribución de agua potable, inodoros, lavamanos, bañeras y demás útiles para servicio sanitario (…)”.

El Hospital Evangélico de Siguatepeque, goza de merecido prestigio en nuestro país. Es manejado y sostenido por la Misión Centro-Americana. Bajo la impronta religiosa, su finalidad no es lucrativa, antes bien: filantrópica. La calidad y eficiencia de su personal, casi todos ellos médicos norteamericanos, llegados a la vejez; hace del Hospital Evangélico, un sitio cuyos umbrales atraviesan hondureños y extranjeros en busca del bien más preciado: la salud.

Se autoriza al Banco Nacional de Fomento para construir su propio edificio

Mediante Decreto Núm. 30, datado el 29 de enero de mil novecientos cincuenta y dos, se autorizó al abogado Guillermo López Rodezno, presidente del Banco Nacional de Fomento, aceptar la donación de un terreno, sito en la ciudad de Comayagüela; donación del Poder Ejecutivo; en ese terreno se levanta el elegante edificio que aloja al Banco de Desarrollo Agrícola (BANADESA); anteriormente Banco Nacional de Fomento. En el Decreto de mérito hay un amplio razonamiento para que el Banco de Fomento, entonces ubicado en el Edificio “La Urbana”, adquiriera su propio edificio -o como fue el caso- lo construyera a su gusto y satisfacción. “La Urbana”, aún ocupa un espacio en el centro histórico de Tegucigalpa; perteneció al señor Esteban Díaz, quien cuando se escriba un libro sobre la corrupción en Honduras, ocupará un capítulo especial. Se enriqueció a más no poder durante el dilatado gobierno de Tiburcio Carías. Quien le confió la Tesorería General de la República. En cuanto al Banco Nacional de Fomento, desvirtuó los principios que le dieron vida. Entró en quiebra. Se sostiene a duras penas. Lo quiebran los ganaderos insolventes. No fueron los campesinos, cuyas deudas son de menos cuantía.

Las primeras leyes laborales

El Congreso Nacional, emitió mediante el Decreto Núm. 43, con data 2 de febrero de 1952, la “Ley de Accidentes de Trabajo”; y con fecha siete de febrero del año dicho: “La Ley de Trabajo de Menores y Mujeres”. Ambas leyes fueron presentadas y jurídicamente sustentadas por el diputado por el departamento de Choluteca, abogado don Eliseo Pérez Cadalso (1920-1999); era a la sazón, el más joven de los diputados. Había hecho estudios de Derecho Laboral en la República de Colombia. De allá trajo conocimientos y literatura jurídica. Las leyes laborales de 1952 fueron superadas por el Código del Trabajo, emitido durante el gobierno progresista del Dr. Ramón Villeda Morales (1908-1971). Que fue un reflejo de la Gran Huelga Obrera de 1954.

Aprobación de una contrata nefasta a los intereses de Honduras

Mediante el Decreto Núm. 45 el Congreso Nacional, aprobó el Acuerdo Nº 2, 787 de fecha de diciembre de 1951, emitido por el Poder Ejecutivo en los ramos de fomento, Agricultura y Trabajo, mediante el cual la Tela Railroad Company, aprovecha a su favor, sin ninguna restricción, las aguas nacionales, específicamente las del río Ulúa, para la irrigación de sus entonces áreas cultivadas de banano. Es el punto flaco del gobierno del abogado Juan Manuel Gálvez: su sumisión a los intereses norteamericanos.

Hay otros, carezco de espacio para comentarlos.

Nómina de diputados del Congreso Nacional
1951-1952

DECRETO NUM. 1
——–
EL CONGRESO NACIONAL,
DECRETA:

Artículo único.- Se declara constitucionalmente instalado.
Dado en Tegucigalpa, D. C., a los cinco días del mes de diciembre de mil novecientos cincuenta y uno.
CAMILO GÓMEZ,
Presidente.

Fernando Zepeda D.
Eduardo R. Coello
Abel Fonseca Flores
G. R. Aguilar
J. E. Castellanos
J. Andrés Escaleras
Eduardo Tinoco
Fernando Ferrari
M. Jesús Echeverría h.
Gregorio Espinoza M.
J. Palma Oyuela
J. Héctor Leiva
Enrique Pérez
José Rivera F.
Earl C. Cooper
José Ma. Bautista
J. Ramón Pereira
Emigdio Mena
D. Díaz Medina
Víctor Cáceres Lara
T. H. Cárcamo
Eliseo Pérez Cadalso
J. Ramón Medina L.
P. Castellanos
F. G. Ramírez
Jesús Villela Vidal
D. Bustamante Rosales
M. A. Cueva
Fran. R. Bú
Luis Alonso Pineda
Filiberto Flores Canales
Gregorio A. Lobo
M. Villamil Luna
J. Suazo A.

F. S. Jiménez

Manuel Luna Mejía, Manuel J. Fajardo,
Secretario Secretario

Al Poder Ejecutivo.

Por tanto: Publíquese.

Tegucigalpa, D. C., 5 de diciembre de 1951.

JUAN MANUEL GÁLVEZ

El Secretario de Estado en el Despacho de Gobernación, Justicia, Sanidad y Beneficencia.

Julio Lozano h.

 

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