Aves de rapiña metálicas

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22 de enero de 2024
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12:06 am
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Aves de rapiña metálicas

Por: Otto Martín Wolf

Suena como el título de una mala película de ciencia ficción, cierto?

Desgraciadamente se trata de algo muy real que está afectando a todos los viajeros que nos hemos convertido en la presa favorita de las dos líneas aéreas que ejercen un oligopolio-monopolio en los vuelos centroamericanos.

Esas líneas aéreas han establecido una política de ventas que se coloca por encima de nuestras propias leyes.

Los boletos no reintegrables; son aquellos que uno compra y si por cualquier problema no puede viajar pierde el valor completo, aunque uno lo haya comunicado con suficiente anticipación.

Aún en los negocios más pequeños y humildes, uno tiene el derecho a que le reintegren su dinero si tiene problemas o no hay completa satisfacción con el producto (quizá con una pequeña penalidad) pero nadie le quita el total de lo pagado.

De igual manera -en otro tipo de boletos- si uno desea cambiar la fecha del viaje recibe un fuerte castigo en dólares, por qué?

No estoy hablando de cambiarlos de un día para otro, lo que podría causarles problema y de alguna manera se entendería, me refiero a un cambio con varios días de anticipación a la fecha inicial.

Los abusos de esas aves de rapiña se presentan también cuando ellos deciden cancelarnos el vuelo sin ninguna explicación y -desde luego- sin ninguna penalidad para ellos. ¿Hay algo de justicia en eso?

Somos una nación soberana, que establece sus propias leyes y regula el comercio, supuestamente protegiendo a los consumidores hasta donde sea posible y, sobre todo, de acuerdo a nuestras leyes no a las del país originario de las empresas.

Si usted compra un par de zapatos en cualquier comercio y, sin usarlos, decide devolverlos o cambiarlos, nadie le puede negar ese derecho, no es cierto?

¿Por qué las líneas aéreas hacen lo que desean sin que nadie defienda al consumidor?

El gobierno debe tomar cartas en el asunto y evitar que se abuse de los ciudadanos.

El comercio de boletos aéreos tiene que ser regulado de manera que el usuario se vea protegido de esos depredadores disfrazados de honestos empresarios, su manera de actuar demuestran que no lo son.

Como una comparación, las empresas de transporte terrestre tienen una política de cancelación muy amigable con el cliente, no es difícil cambiar la ruta, fecha o planes de viaje sin ninguna penalidad, no así las líneas aéreas.

Somos un país pequeño, apenas dos líneas nos sirven en el transporte aéreo centroamericano, por esa razón -y la debilidad del gobierno- no es difícil pensar que se han puesto de acuerdo para abusar de sus clientes.

En algunos casos llegan al extremo de ofrecer supuestas mejoras (upgrades) en el tipo o categoría de los asientos, pero eso es como una lotería; le ofrecen un posible cambio -si hay espacio disponible- de no haberlo el cliente pierde el sobreprecio pagado, no suena acaso como a una especie de lotería de la estafa?

Si uno paga un sobreprecio con la esperanza de mejorar la categoría de su asiento y la línea aérea no lo tiene disponible deberían de regresar el maldito dinero del sobreprecio, no es cierto? Pero no, ellos actúan como soberanos, casi robando a sus clientes. Dejemos por fuera que hasta un pinche vaso de agua ahora es vendido a precios de caro champagne dentro de los aviones, donde la ubicación del asiento también es mercadeada, así como todo lo que pueden.

La autodefinición de las líneas aéreas -de acuerdo a su comportamiento a bordo- es similar a la de los vendedores de churros y golosinas, a gritos como en el mercado, pues es lo que ellos hacen en sus aviones; empezarán a vender caldosas pronto?

Por otra parte, creo que hay que tomar muy en serio las bromas y memes donde un posible cliente tiene que pagar por el uso del servicio sanitario y hasta por el derecho a abrir las ventanillas, apostaría que están estudiando la manera de hacerlo y en un descuido…

Ese es su derecho, aunque vaya contra las normas de la cortesía y la decencia comercial.

Pero la política de cambio, reembolso y modificación de boletos no puede ni debe ser establecida unilateralmente por ellos, no señor!

El gobierno tiene que intervenir en defensa de los ciudadanos y debe hacerlo cuanto antes, ya han abusado demasiado y durante demasiado tiempo.

Así como desde el más humilde empresario-emprendedor es obligado a respetar las reglas del juego del comercio legal y decente, un equipo de gobierno debe citar con toda valentía a los representantes de esas líneas aéreas y, acompañado de un buen número de capaces e incorruptibles abogados, librar esa justa pelea en defensa del consumidor.

Pronto: Aves de rapiña metálicas 2-el regreso. Para seguir con el tema y con los títulos de las malas películas.

[email protected]

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