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Manchester.- Donald Trump busca asegurarse este martes en New Hampshire la nominación republicana a las presidenciales de Estados Unidos en las que Nikki Haley es su único obstáculo en la carrera tras la retirada del gobernador de Florida, Ron DeSantis.
El calendario para la nominación de Trump como rival del presidente Joe Biden en las elecciones de noviembre podría acelerarse en New Hampshire (noreste), a no ser que sea derrotado o que Haley obtenga un muy buen resultado, quedando segunda por estrecho margen.
El expresidente obtuvo una clara victoria ante DeSantis en Iowa la semana pasada, con Haley en tercer lugar, y hasta ahora ningún candidato ha fallado en obtener la nominación republicana tras ganar las internas de los primeros dos estados.
Esto hace de New Hampshire un todo o nada para Haley, quien fuera embajadora ante la ONU en el gobierno de Trump, y que va por detrás de su antiguo jefe en las encuestas en el Estado en el que se supone que lo tiene más fácil.
En una nueva encuesta del Washington Post/Monmouth del lunes Trump cuenta con el respaldo del 52% en New Hampshire, frente al 34% de Haley.
Trump, de 77 años, ha redoblado sus ataques contra Haley la última semana, calificándola de “no suficientemente inteligente” y de no ganarse el respeto de los votantes.
La atacó de nuevo el domingo y elogió a DeSantis como una “persona muy capaz” al aceptar el respaldo del gobernador de Florida.
“Porque tenemos políticas similares, con fronteras fuertes, buena educación, impuestos bajos, muy pocas regulaciones, tan pocas como sea posible, cosas de las que (Haley) realmente no habla, porque ella es una globalista”, dijo entre aplausos en su sede de campaña en Manchester.
Haley también arremetió contra él, poniendo en entredicho la capacidad mental de Trump por haberla confundido con la veterana demócrata Nancy Pelosi en un mitin.
“Sencillamente no está al mismo nivel que en 2016. Creo que estamos viendo algo de ese declive. Pero más que eso, lo que diré se centra en el hecho de que sin importar de que se trate, el caos lo persigue”, dijo a CBS.
Con DeSantis fuera de la carrera, Haley busca apoyo en la alta proporción de independientes de New Hampshire -a quienes se les permite votar en las primarias de ambos partidos y normalmente optan por candidatos más moderados- para oponer lo que algunos analistas han descrito como su “última resistencia”.
Pero si Haley tiene resultados sobresalientes este martes podría convertirse en una amenaza para el expresidente de cara a su Estado natal, Carolina del Sur, a finales de febrero.
Este Estado del noreste es un pequeño premio en una larga carrera, ya que asigna solo 22 de los 2,429 delegados que designarán oficialmente al candidato republicano en Milwaukee en julio. AFP
