¿CAUSA Y EFECTO?

MA
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23 de enero de 2024
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12:25 am
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¿CAUSA Y EFECTO?

“WOW –un empresario amigo de los que leen– excelente presidente, qué capacidad”. “Sobre este tema y sobre muchos más que son una incógnita para el ser humano, que dejarán de serlo y todo lo entenderemos, cuando cerremos nuestros ojos, nuestro corazón deje de latir y nos enfrentemos a rendir nuestras cuentas ante lo Divino”. Otro buen amigo: “Magnífico resumen filosófico”. “Hay un dicho popular: “estaba en la raya”, cuando fallece alguien accidentalmente; como diciendo, era inevitable”. “En lo personal observo que tenemos libre albedrío en cierto ámbito, pero hay un límite del cual no pasamos, independientemente que lo que pretendamos hacer, ya no depende de nosotros”. “La famosa oración de San Agustín a nuestro Dios: “Dame lo que pides y pide lo que quieras”, deduce una ambigüedad”.

Una especialista en el tema: “Todo es una causalidad, causa y efecto”. “Como el mismo libre albedrío, que hace actuar según la conciencia que tengamos, atrae otras situaciones para que nos ayude a encontrar el camino”. “Una vez que nos alineamos con él, es que fluimos y el universo empieza a conspirar a nuestro favor”. “El problema es la resistencia y el apego; no queremos el cambio, no porque sea bueno o malo sino por el poco control que hay en él y lo desconocido”. “Es tener la fe suficiente en eso que plantó Dios en nuestros corazones, para encontrarnos y compartir ese milagro con el mundo y que todos logren encontrarse”. Mensaje de otro lector: “El filósofo Epicteto, antes fue esclavo en Roma, pero en su filosofía sobre la libertad, él indicaba que esta debía ser mental”. Él llegó a afirmar que “la felicidad no consiste en desear cosas sino en ser libre”. “Estaba convencido de que esa libertad se consigue reduciendo los deseos a su mínima expresión”. “La riqueza no consiste en tener muchas posesiones, sino pocos deseos”. Otra buena amiga: “Hablando del indeterminismo –ligado al principio de causalidad– toda causa tiene un efecto determinado, y todo efecto una causa determinada”. La amiga doctora: “Al final creo en la predestinación, porque justifica las diferentes formas de vivir del ser humano que escapan del libre albedrío si no cómo lo entenderíamos, todos sufrimos en esta vida de una y otra manera y eso es difícil de entender”. “Y aquí interviene la filosofía del bien y el mal”. Otro buen amigo: “Me parece que la idea católica sobre el tema es la más razonable”. “El pensamiento aristotélico y el católico coinciden y se complementan, por eso fue una unión natural”. (Para mejor proveer, según Winston y el Sisimite: La doctrina determinista –la predestinación–supone que todo lo que sucede lo determina la voluntad divina. Bien por leyes naturales, de circunstancias o hechos anteriores, no por voluntad humana. El indeterminismo asume que lo que sucede no ocurre por un proceso “causal lineal” –por necesidad– sino por el azar. Un proceso “no lineal”, de causas no coordinadas).

(Como filosofando estamos –entra el Sisimite– lo uno lleva a lo otro. Del concepto del libre albedrío –capacidad de elegir y materializar la decisión tomada– al ejercicio de la libertad –la actuación sin impedimento y sin forzada obligación– los choques entre la libertad del uno y del otro, recordando la advertencia del insigne mexicano de respetar el derecho ajeno. El desencuentro de la libertad y de la igualdad, solo moderadas por la empatía. Lo que nos lleva a tocar otra faceta de la discusión que dejaremos para otro día. -Para iniciar el examen dialéctico –intervine Winston– Epicuro –el filósofo materialista crítico de la intervención divina– sostuvo que son los átomos, en constante movimiento, que componen todo; lo que influye sobre la libertad y la igualdad en la naturaleza. -Sus teorías –aborrecidas por Platón, recuerda el Sisimite– reaparecieron en la época de la ilustración, partiendo de las enseñanzas del padre de la física, Demócrito, que el universo solo es átomos y vacío. Nos dejaron la frase, “nada sabemos de cierto, pues la verdad está en lo profundo”. ¿Será casualidad (o más bien causalidad, para no confundir los términos) la reflexión de Sócrates, que todos conocemos?: “Yo solo sé, que nada sé”. -Pues bien –replica Winston– citando el pensamiento platónico– “Todo lo que nace proviene necesariamente de una causa; pues sin causa nada puede tener su origen”. Y de ahí, por correspondencia, la tercera ley de Newton: “Para cada acción hay una reacción igual y opuesta”. -¿Y supiste –interrumpe el Sisimite– lo que manda a decir la nieta sobre el editorial “Filosofando”? -Sí –responde Winston– aquí me llegó el mensaje: “Buenísimo… casi todas mis clases de ciencias políticas, resumidas en un editorial”).

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