El precio denigrante del agua

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23 de enero de 2024
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12:21 am
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El precio denigrante del agua

Guillermo Fiallos A.

Todavía no ha llegado a suceder -al menos no ha trascendido- en Honduras, pero en el África occidental, ya se ha convertido en una atroz extorsión, exigir a las niñas y mujeres que accedan a las peticiones sexuales de los pervertidos distribuidores, a cambio de unos litros de agua.

El nivel de pobreza y la desesperación por conseguir agua, ha llevado a miles de jovencitas y mujeres, a ofrecer sus cuerpos con tal de tener un poco del vital líquido. Parece inconcebible que, en el siglo XXI, se estén perpetrando este tipo de delitos tan repugnantes, por aquellos degenerados que trafican con la necesidad de la pobre gente pobre, para saciar su sed, asear sus cuerpos o lavar sus prendas.

Con esta clase de conductas que se está dando en diferentes regiones del planeta, por una humanidad cada vez más deshumanizada, es que creemos que ya estamos en el final de los tiempos.

Resulta difícil creer cómo existen personas sin asomo mínimo de valores, carentes de solidaridad y con entrañas contaminadas por la maldad y la bajeza; pues no les importa el dolor y la carencia de ese líquido para que otros puedan sobrevivir.

Extorsionar con exigencias sexuales a mujeres humildes que habitan en medio de la miseria, es uno de los casos más lamentables de ignominia. Hombres que son escoria para su propia especie y con remedo de un corazón petrificado, acosan a tanta fémina inocente, vulnerable y, prácticamente, les obligan a subastar sus cuerpos a cambio de agua.

Kenia es solo un país que ha saltado a la fama por este tipo de comportamiento bestial; sin embargo, situaciones similares han sido denunciadas en otras naciones africanas, asiáticas e incluso, latinoamericanas.

La salud física y sicológica de estas mujeres se está viendo afectada pues enfermedades como el SIDA, tuberculosis y otras se han encargado de debilitar sus existencias. Sumado a lo anterior, está el impacto psíquico, que les perseguirá por el resto de sus días.

El Estado keniata, no cuenta con una ley que castigue este tipo de ilícitos y más bien, ha volteado su mirada para otro lado, pues ya se ha instaurado como una costumbre tolerable esta práctica desventurada. No obstante, hay una organización internacional llamada Avaaz, que está despertando conciencia en el mundo entero para combatir este flagelo oprobioso, que enluta y llena de vergüenza al grupo más inteligente sobre la faz de la Tierra.

Avaaz, realiza presión internacional para que en Kenia se promulgue una normativa que prohíba y condene esta fechoría. Hace falta que se escuche la voz de la gente de bien, que habita en los cuatro puntos cardinales del planeta. Solo con la fuerza exterior se logrará erradicar este tipo de nefasta esclavitud a la que se ven sometidas las mujeres.

Avaaz está trabajando fuerte y necesita que millones firmen la petición de ayuda para suprimir esta conducta salvaje. No se esfuerza sola y ya se le han unido otros organismos kenianos como: Kenya Water and Sanitation, África Civil Society Network for Water and Sanitation, Umande Trust y otros. Usted también, puede contribuir buscando en Internet el sitio de Avaaz y colocar su nombre y firma.

Para quienes tenemos la dicha de tener agua -aunque sea una o dos veces por semana, quincena o mes-, debemos reflexionar sobre este que ya se está considerando como un bien privilegiado: ¡el H2O!; y que se utiliza para aumentar la tragedia de muchos.

¡Nunca más el agua debe ser motivo para denigrar a otro ser humano! Y aunque se pronostican guerras a futuro por la obtención de este líquido, tratemos que todos vivan con dignidad su presente.

Ojalá, en Honduras, nunca se llegue a establecer y generalizar este tipo de extorsión; aunque con los hechos que hemos visto en los últimos tiempos, ya nada parece tan imposible en esta nación, que luce alejada del buen conducir humano y de la armonía como sociedad. Hoy, impera la falta de solidaridad, la ley del más fuerte, la aplicación de la doctrina del “sálvese quien pueda” y el alejamiento vertiginoso de sus diversos líderes de la doctrina y los mandamientos  cristianos.

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